Badil me dejó el otro día un libro. Es un libro corto, voy por la mitad y lleva ya un rato hablando de una especie de partículas de Dios explotao que son a su vez lo que somos en vida (la materia angélica o celestial de la que se servían los gnósticos para explicar la naturaleza humana). Servidor cree que el autor se refiere a los bosones de Higgs, que tanto juego han dado en las últimas décadas los muy puñeteros y más últimamente con la puesta en marcha del Gran Colisionador de Jarrones (GCJ). Esto es un órdago. Como no hable de los bosones de Higgs me voy a enfadar. Mientras, me voy a seguir leyendo el libro, a ver si salen, que me tiene enganchado. Que si no salen los bosones de Higg, me enfado.En la imagen, Donatas Banionis y Natalya Bondarchuk en una foto promocional de la película Solaris (1972) de Andrei Tarkovski.
Pa mi que los bolsones salían en el señor de los pardillos.
ResponderEliminarComo veo que nadie se atreve, lo diré yo: Harry nos quiere decir, subliminalmente, que veamos el extraordinario parecido físico que hay entre Donatas Banionis y Miki Nadal. ¿Qué no me lo ven, criaturas? Clavaíco, oigan.
ResponderEliminarEs verdad, Bilbo Bolsón andaba por ahí. Luego está el bolsón de Helter, ese también. Así que el mundo está formado por los bosones de Higgs, los bilbo bolsones y el bolsón de Helter. Pues me lo estoy pasando muy bien, Badil, a ver qué pasa al final.
ResponderEliminarSí, Donatas es clavao a Miki Nadal, Arkab. Hace unos meses, viendo Solaris, no podía dejar de imaginarme a Donatas Banionis diciendo «Ay, omá, qué rica». Pero no lo dice en toda la peli, oiga. ¿Que no ha visto Solaris? pero hombre de dios ¿en qué mundo vive?
Mejor que de jarrones ni de partículas deberían inventar un colisionador de cabrones, el mundo sería un lugar mejor.
ResponderEliminarOiga, que ya sé lo que pasó bueno en 1971: que Tarkovski rodó Solaris (luego la estrenó al año siguiente)
ResponderEliminarClaro, David, como que cada año tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo bueno del 71 y del 72, Solaris, sí señor.
ResponderEliminarHola don Harry y compañía...es lo que tiene este su blog que derrama conocimientos allí por donde pasa, que si los bosones, que si las fluorescencias, que si los esparragos, que si Tarkovski... y además es indoloro...no sé que haría yo sin su blog, gracias don Harry.
ResponderEliminarQue pregunto yo que para cuándo es lo de la emasculación de monseñor. ¿Antes de Semana Santa, o después?
ResponderEliminarTojunto
¿Pero el Higgs este tenia un bosón, no varios? ¡verdad! Y el Higgs este ¿es el amigo de Magnum? o era Higgins que debia tener mas bosones.
ResponderEliminarPues le voy a confesar, gregor, que mucho conocimiento y mucho bosón pero luego me dejan un libro que dice en la contra que tiene un error para que lo descubra el lector y aquí me tiene, que me he leído el libro y nada, que no lo encuentro. Seguro que es una cosa tonta... pero nada. Tanto bosón pa ná...
ResponderEliminarLa emasculación no sé, Tojunto, pero lo de caparlo, hoy mismo podía ser, que al final se va a hacer grande y luego morderá cuando se le coja del morro.
ResponderEliminarEra Higgins, Puigcarbó. Si se refiere al mayordomo, era Higgins. El otro era el de los bosones.
ResponderEliminarQue yo le dejo un libro pa que se lo pase bien,Harry, no pa que le de una constricción cebral.
ResponderEliminarMá, que responsabilidá.
Pues ya sabe que soy de natural ansioso, perejil en todas salsas y metiche, Badil. Y hasta que no sepa el fallo no paro ¡Los descubriremos!
ResponderEliminarPero bien, angustia gorda me hubiera dado si me hubiera dejado El niño del pijama de rayas. Este libro lo que me provoca es el come come de no saber.
¡Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Que bien expresa la dentera ese hiiiiiiii!!! Oiga, que lo estamos esperando en el fessebook
ResponderEliminar(Le explico que en en francés "fesse" quiere decir "nalga" y de mal nombre se le llama asina al original por aquí, o sea fessebook)
Spanique, que yo me abro el fessebook cuando usted se abra el blog.
ResponderEliminarTouchée ;-))
ResponderEliminarGato, pero que colisionen entre ellos. Los cabrones, digo. Que con los demás, joer si colisionan: a cada rato.
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