
Si quieren saber sobre el asunto de las diez palabras que Harry Houdini extrajo de una carta de Arthur Conan Doyle para que las adivinaran los médiums tras su muerte, no tienen más que darle aquí. Que no lo quieren saber o que ya se lo saben, pues no le den, pero se perderán una foto de su esposa, Bess Houdini, que sale bien pizpireta.
Tuve un gato que se esconcia con su hermano mellizo en los cajones, así que le llamé Houdini (el otro se llamba Adolf-o) A ver si busco fotos.
ResponderEliminar¡Feíca era la pobre, madre!
ResponderEliminarTojunto
Le ha quedado graciosa la tapa de la lechera detrás de la cabeza a Houdini, que parece santito y todo.
ResponderEliminarLady, menos mal que ha hecho la errata en "esconcia" y no en "cajones" ;-DDDDDD
ResponderEliminarUn santo, dice Helter... Como no sea San Pascual (pasteurizado)...
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