Normalmente tenemos la impresión de que, cuando estamos leyendo, nuestros ojos avanzan con fluidez, sin interrupciones, a lo largo de las líneas de una página y que, cuando leemos escritura occidental, por ejemplo, nuestros ojos van de izquierda a derecha. Esto no es cierto. Hace un siglo, el oftalmólogo francés Émile Javal descubrió que, en realidad, nuestros ojos realmente saltan como pulgas por la página; esos saltos o tirones ocurren tres o cuatro veces por segundo, «barriendo» unos 200 grados por segundo. La velocidad del movimiento del ojo a través de la página —pero no el movimiento mismo— interfiere con la percepción, y tan solo «leemos» en realidad durante la breve pausa entre movimientos. El porqué de que nuestro sentido de la lectura esté relacionado con la continuidad del texto sobre la página o sobre la pantalla, asimilando frases o pensamientos completos, y no con el movimiento real, a saltos, de los ojos, es un problema que los científicos no han logrado aún resolver.
Alberto Manguel, Una historia de la lectura, Alianza Editorial, Madrid, 2009, p. 63.
jueves, 27 de enero de 2011
martes, 25 de enero de 2011
¡Diantre!
Maldita sea, el señor Blogger ha decidido que a partir de ahora las cabeceras deben queda más borrosas, con menos definición, más pixeladas. No saben el mal rato que me está haciendo pasar. Qué puñetero. ¿Ha tocado usted algo? Nada, no he tocado nada. ¿Seguro que no? Seguro que no. ¿Alguna preferiencia? Ninguna preferencia. Es así. El Altísimo ha querido que sea así. Diantre, con lo mal que llevo lo de las fotos con poca definición. Algo malo que haría en otra vida y plas, se manifiesta en cabeceras borrosas.
miércoles, 19 de enero de 2011
Eros, Tánatos y unas velas así de grandes
lunes, 17 de enero de 2011
martes, 11 de enero de 2011
Sobre la decoración de interiores

Randi Hutter Epstein, ¿Cómo se sale de aquí? Una historia del parto. Turner, Madrid, 2010, pp. 204-205.
En la foto: Sculptured House, en Denver, Colorado, obra del arquitecto Charles Deaton, que sirvió de escenario para la película El dormilón, de Woody Allen (1973). Me suena que lleva un tiempo buscando comprador, por si les interesa adquirirla. Barata no será.
domingo, 9 de enero de 2011
A vueltas con el sur

La foto de arriba, claro, es una polaroid de Tarkovski, con perro.
miércoles, 5 de enero de 2011
Más sobre los Bucklan
Durante una visita a Italia, a los siempre curiosos Buckland les mostraron una mancha en el suelo de una iglesia en el lugar donde un santo había sido martirizado. Cada mañana, les dijeron, la sangre fresca se renovaba milagrosamente. Inmediatamente, William se arrodilló en el suelo y aplicó su lengua a la mancha húmeda. No es sangre, informó a sus anfitriones. Él sabía perfectamente lo que era: nada más que orina de murciélago.
Walter Gratzer, Eurekas y euforias, Crítica, Barcelona, 2004, p. 44.
Walter Gratzer, Eurekas y euforias, Crítica, Barcelona, 2004, p. 44.
¡Quedan cinco días!

Aquí tienen las bases del concurso.
Aquí tienen las sabrosas recetas que nos han llegado.
Y aquí tienen el juego de cosas bonitas y útiles para la cocina que se llevará la receta ganadora.
¿Y quién le dice que no va a ser usted el ganador?
¡¡¡Tienen de plazo hasta el 10 de enero!!! ¡Hale a cocinar!
martes, 4 de enero de 2011
David Vela gana el primer premio de la Bienal Internacional de Caricatura y Dibujo Humorístico de Santa Cruz de Tenerife 2010

En otro orden de cosas, que no todo va a ser dibujar, dibujar y dibujar, les recuerdo que se acerca la fecha de cierre del plazo de recepción de recetas para el I Concurso Gastronómico Internacional Tu Primera Cocina Chispas y Cambio Radical, que termina el 10 de enero, cuyas bases encontrarán aquí. ¡Anímense a participar, copón!
sábado, 1 de enero de 2011
¡Feliz año!
Un muy feliz año 2011 a todos. Como ya es costumbre en esta casa, abrimos el año con Aurora Redondo en la cabecera, bien guapa, que nació el uno de enero de 1900, con el siglo pasado. Un siglo complejo que todos compartimos de algún modo. Bueno, vale, el gato de seis años que se conecta a escondidas a internet cuando todos se acuestan y piensan que duerme como los demás gatos no cuenta. bueno, vale, también cuenta. Recuerden que según el calendario azteca el 2012 es el último año que nos queda. Habrá que vivirlo intensamente; habrá que hacer realidad lo que siempre hemos deseado. Pero ojo, guardando las formas, no vaya a ser que los aztecas se equivocaran con las fechas y luego nos peguemos la tira de años arrepintiéndonos de las fechorías perpetradas en el 2011. Nada, todo en su medida.