El Ente Dilucidado decía en un comentario de una entrada anterior que se acordaba de una foto donde salían los cuatro grandes. Sabemos que está hablando de esta foto. Sí.
lunes, 31 de mayo de 2010
sábado, 29 de mayo de 2010
Mi vida con brackets (my life with brackets)
El otro día me pusieron brackets en el maxilar superior del hocico. Aún me tienen que colocar los del maxilar inferior. Llevo dos días quejándome de las heridas que me están produciendo los brackets en el interior de los mofletes. Digo yo que si la cosa sigue así, podre sacar la lengua por dos orificios nuevos, además de por el natural. Me dicen que me ponga una cera sobre cada bracket y que se pasa. Bien, me pongo cera en cada bracket. No se pasa. Hoy, cenando, a duras penas, me ha dado por pensar que igual no es cosa de los brackets, así que he ido al espejo del baño a toquiñearme [los brackets, se entiende] y he descubierto que lo de las heridas del interior de los mofletes no es por culpa de los brackets, sino por el arco de alambre corrector, que me lo han dejado muy largo por los lados y que actúa como dos alfileres bien afilados cada vez que muevo un poco la cara (cuando digo mover un poco la cara me refiero a, por ejemplo, levantar una ceja). A grandes males grandes remedios: he cogido dos trozos de gasa de algodón hidrófilo y me los he pinchado en cada punta del alambre. Mano de santo. Mano de santo regular, que ahora parezco un hámster con la boca llena de pipas, pero, al menos, no me duele.
Otro día les tengo que contar lo interesante que resulta tomar bebidas frías con brackets: oigan, como lo primero que se enfría son los brackets y el alambre (y los brackets están pegados con cemento dental a los dientes) y como estos están adelantados respecto a los dientes... ¡La sensación del frío se nota muy lejos, ahí delante, como si tuviéramos el morrico de un zorro!
Y otro día les cuento lo que es comer con brackets recién puestos, pero eso se cuenta rápido.
Que les hace ilusión ponerse brackets porque está de moda y tienen dudas, pues pregunten y yo les cuento. Que quizá les cuente cosas que ni en la pesadilla más horrible quisieran oír, pues también.
La foto se la he robado a Badil de su blog, que a fin de cuentas me la ha dedicao.
viernes, 28 de mayo de 2010
Una foto
El actor David Abrahams fue al estudio del fotógrafo Napoleon Sarony y se hizo esta foto promocional.
jueves, 27 de mayo de 2010
Surtidos
El dueño del blog Solanar y lucernario acaba de tener una camada de gatos surtidos. Los fotografió y quedan ahí para la posteridad, posando de lo más natural, que parece una de esas fotos que hacían los exploradores australianos que iban descubriendo al viejo mundo los misterios del continente más misterioso. Así, vista la foto, yo creo que va a mandar el negrote. Miren qué cara pone, que acaba de abrir los ojos y ya parece que lo sabe todo.
Ayer celebrábamos el cumpleaños de Peter Cushing, pero es que hoy celebramos el cumpleaños de Vincent Price y de Christopher Lee ¡Esto es un no parar hammerístico!
miércoles, 26 de mayo de 2010
Feliz cumpleaños, Peter Cushing
Hoy celebramos el 97 cumpleaños del actor Peter Cushing (26 de mayo de 1913- 11 de agosto de 1994).
En la foto, Peter Cushing, junto al productor de la Hammer Anthony Nelson Keys en un descanso de la película La Gorgona (1964). Lo que hay al fondo parece una barbacoa de obra como las barbacoas de obra que hacen por estas tierras, pero lo más probable es que no sea una barbacoa de obra. —Pues una barbacoa de atrezo. —No, no, ni de atrezo, no es una barbacoa. —Pues lo parece. —Pues sí.
martes, 25 de mayo de 2010
Grandes pensamientos que le tengo que decir a mi hijo cuando lo tenga y que si no los apunto se me olvidarán
Desconfía, hijo mío, de las personas que dicen que tal o cual humano está últimamente muy raro. Lo más probable es que este último haya estado durante un tiempo bajo el yugo del primero y ahora, que se encuentra social o económicamente mejor, no le pasa ni una más.
Desconfía, hijo mío, de toda persona que te venga de guay. Te sacará el dinero, te querrá meter mano o te quitará la novia. Y si no consigue una de esas cosas, te criticará después. Recuerda que lo que es bueno, pero bueno bueno de verdad, no necesita venderse.
Hazte fuerte ante los complejos de los demás, hijo mío, que si no te los pegarán o te criticarán por no tenerlos.
En lugar de guisar el pollo en un puchero, ásalo cortado en trozos, prepara la salsa en una sartén y luego júntalo todo y mételo un rato en el horno. Te quedará más jugoso, hijo mío.
Desconfía de todo aquel humano que trabaje de crítico del mismo oficio que ejerza. Un cocinero que haga crítica literaria, vale. Un escritor que haga crítica gastrónomica, vale. Los cocineros que hacen crítica gastronómica y los escritores que hacen crítica literaria, a no ser que sean excelentes y realmente nobles, guardan gato encerrado. Si tienes la oportunidad, encórrelos a gorrazos, hijo mío.
Como te compres un djembé y lo metas en casa tarranco la cabeza, hijo mío.
Si fríes las patatas en dos tiempos, es posible que consigas que queden más crujientes, pero también ingerirás el doble de grasa, hijo mío.
Como te hagas de una secta, religioso o contactado con extraterrestres tarranco la cabeza, hijo mío.
El verdadero secreto de la felicidad, hijo mío, consiste en no desear más de lo que te puedas permitir, querer bien al que bien te quiere y tener la suerte de ver de vez en cuando cómo la gente que te cae mal sufre algún accidente.
Los hidratos de carbono se convierten en azúcares en el cuerpo y te engordarán, hijo mío. No hay hidrato de carbono que no engorde. Un hidrato de carbono que no engorde no es un hidrato de carbono, es otra cosa.
Es bueno perdonar, hijo mío, pero no siempre. Que como el que te ha hecho la puñeta vea que le has perdonado por entero, te la volverá a meter. Puestos a perdonar, perdona a medias y sin bajar la guardia. Si te la vuelve a hacer, encórrelo a gorrazos.
Si un árbol, hijo mío, te cría pulgón, te vendrán las avispas.
Si es posible, intenta trabajar en lo que te gusta, hijo mío. Pero no todo el rato, que si trabajas todo el rato en lo que te gusta te dejará de gustar y luego a ver qué hacemos cuando no te guste nada.
Como te hagas cofrade, monaguillo, jotero o recreacionista histórico, tarranco la cabeza, hijo mío.
lunes, 24 de mayo de 2010
La pregunta del día
Conteste correctamente a la siguiente pregunta: ¿A qué película pertenece el fotograma que hay justo encima de esta pregunta?
A: A la película erótica danesa ¡Que vienen los suecos! (Svenskerne kommer!) del director Carl Jensen, con Karen Schmeichel en el papel de Sigrid y Lars Blixen en el de Baard Järegård (1964).
B: A la película británica El tiempo en sus manos (The Time Machine) del director George Pal, con Yvette Mimieux en el papel de Weena y Rod Taylor en el de George Wells (1960).
C: A la película española ¡Que vienen los suecos! (You in your house and I in mine en Estados Unidos) del director Eusebio González de Pereda, con Conchita Valdelloso en el papel de Conchita y Manuel López Pomer en el de sueco (1967).
D: A la coprodrucción italo-alemana ¡Que vienen los suecos! (Svedesi arrivando!) del director Filippo Silliani, con Carla Eschenbach en el papel de Herta y Enrico Calasso en el de sueco (1961).
domingo, 23 de mayo de 2010
How'd you like some ice cream, Doc?
We've got canned fruits and vegetables, canned fish and meats, hot and cold syrups, Post Toasties, Corn Flakes, Sugar Puffs, Rice Krispies, Oatmeal... and Cream of Wheat. You got... [...How'd you like some ice cream, Doc?...] ...a dozen jugs of black molasses, we got sixty boxes of dried milk, thirty twelve-pound bags of sugar... Now we got dried peaches, dried apricots, dried raisins and dried prunes. You know Mrs. Torrance, you got to keep regular, if you want to be happy!
Hoy celebramos el 100 aniversario del nacimiento de Scatman Crothers, que todos recordaremos interpretando a Dick Hallorann en la película El resplandor de Stanley Kubrick (1980). Lo recordaremos bien, también, por la inconfundible voz que le prestó Rafael Taibo en el doblaje de la película. Cuando sea mayor, me pido la voz de Rafael Taibo.
En la foto, Dick Hallorann en su habitación, no muy tranquilo. Podía estarlo, que para eso estaba disfrutando de sus vacaciones, pero muy tranquilo no estaba.
sábado, 22 de mayo de 2010
Foto: La caída
Unos caen por otros. Lo sé, pero desconozco si en este caso se ha dislocado el hombro. (del blog Mis adarmes).
Hace unos días, Mis Adarmes se fue de viaje a Barcelona y trajo muchas fotos. Es un gusto verlo por ahí haciendo fotos y trayendo estas instantáneas tan bonitas que hace el jodío. Tiene ojo perro. Por eso lo quiero tanto. El ojo perro es una facultad que tiene poco que ver con lo innato. Creo que nada. Lo innato anda más por el tamaño de las narices, los rizos del pelo o el número, forma y color de las pecas diseminadas por el cuerpo (la verdadera constelación humana que un día u otro tendremos que descubrir, no como hacen los amantes avaros resbuscando entre pliegues y costuras, sino como la auténtica verdad por fin desvelada del misterio de la vida hecha piel constelada). El ojo perro se gana a puro de mirar y mirar, y de observar a veces. De interpretar y reinterpretar. Que no es moco de pavo, ojo, que es un trabajo agotador, pero que cuando se disfruta, ay, es que no hay cosa mejor.
viernes, 21 de mayo de 2010
A falta de efectos digitales, buenos son los sesos de ternera
Kubrick había querido que la película [Espartaco] fuese tan brutal como fuera posible, a fin de poner a la gente en contra de la guerra. [Bud] Westmore [maquillador de la película] dijo que había contratado a personas a las que les faltaban miembros, e incluso a un tipo al que le faltaba parte de la cabeza, y los maquilló poniéndoles miembros falsos. Al que le faltaba un trozo de cabeza le golpeaban con una maza y le caían sesos de ternera por una lado de la cara. A uno que le pasaba algo en la parte baja del torso, le hicieron uno nuevo, lleno de auténticos intestinos de animal, que se derramaban cuando le acuchillaban.
John Baxter, Kubrick, biografía, T&B Editores, Madrid, 2009, p. 137.
miércoles, 19 de mayo de 2010
El pollo que baila
Badil, haciendo referencia a la entrada de ayer sobre la muerte de Ian Curtis, escribe: «Me acabo de enterar de que el muchacho de la joy division se suicidó después de ver una peli que se acaba con un pollo que baila y un pato que toca el bombo». Pues así es. La película Stroszek de Werner Herzog acaba con un pollo que baila. Y no sólo eso, es que encima es un pollo que baila muy bien. He visto humanos que bailan mucho peor que este pollo. Me huelo que esta escena le tiene que gustar a Lynch.
martes, 18 de mayo de 2010
Again
Dice la Wikipedia que tal día como hoy, un 18 de mayo, Ian Curtis vio la película Stroszek de Werner Herzog y, como estaba pochete porque se acababa de divorciar y de salud andaba así así, se suicidó. Hoy se cumplen 30 años de la muerte de Ian Curtis. Tenía 23 años. Era un chaval, bien guapete. No tuvo tiempo ni de conocer los ochenta. Eso que se ganó. Nunca conocería la influencia de su trabajo en los años siguientes. Pues eso que se ganó también. Imaginen a Ian Curtis viendo en su casa un vídeo de MC Hammer bailoteando con esos pantalones bombachos dorados.
Hablando de películas, leo en la biografía de John Baxter sobre Stanley Kubrick (T&B editores, Madrid, 2009), que Vladimir Nabokov tenía un tío, el tío Vasily, que le dejó una buena herencia tras su muerte, pero que perdió un año después durante la revolución. A Nabokov se le apareció su tío Vasily en un sueño, años después, y le dijo «Volveré a ti como Harry y Kuvyrkin». Parece que Nabokov se imaginaba a Harry y Kuvyrkin como dos payasos fantasmales, pero volvieron de una forma mucho más tangible, personificados en el dúo Harris y Kubrick, que compraron los derechos de su novela Lolita por 150.000 dólares para rodar la película. A ver si se nos aparece en sueños algún tío así y nos da una pista.
La foto pertenece a la película Stroszek de Werner Herzog (1977). Ian Curtis es el chaval que fuma en la cabecera hoy.
lunes, 17 de mayo de 2010
Moon
Vale que he visto la película Moon por la cosa de que el director, Duncan Jones, es hijo de David Bowie y me he dicho que si el hijo de David Bowie hace una película pues habrá que verla, o qué. Digo que es una peli que puede gustar a alguien que no haya visto las películas Naves misteriosas, 2001 odisea en el espacio, Solaris, Blade Runner y Vaya par de gemelos, con Paco Martínez Soria. Si ha visto todas esas pelis igual es difícil que le guste Moon. Si ha visto alguna, igual le gusta a medias. Si no ha visto ninguna, igual le gusta y hasta le parece que tiene un guión novedoso. En todo caso, alguna escena me ha gustado. Poco, pero me ha gustado. Vale, alguna escena me ha gustado así así. Fin de la crítica cinematográfica de lo que veo en el Imagenio.
El fotograma de arriba no pertenece a Moon sino a Silent Running («Naves misteriosas» en España; a ver qué poco les hubiera traducir el nombre bien), de Douglas Trumbull, 1971, que, oigan, así vista ahora seguro que peca de ñoña y ecologista, pero la pena que dan los bichitines robot, esa pena no se pasa. Madre qué llorera con los bichitines robot. De los mejores robots de la historia del cine. ¿Y C3PO y R2D2? Les confieso que no trago a C3PO y R2D2. Que no hay manera, que no puedo con ellos. Que me gustan los de Silent Running, con esa paticas como de pollo. ¿Y el robot de Moon no le gusta? Pues tampoco me gusta el robot de Moon. Nada, como los de Silent Running no hay ninguno.
sábado, 15 de mayo de 2010
Esperando a Popota
Hoy celebramos el 119 cumpleaños de Mijaíl Bulgákov. Tenía la ilusión de ilustrar esta entrada con alguna bonita ilustración de Popota haciendo alguna trastada, pero no hay manera, los popotas que he encontrado en internet son horrorosos, por no decir una mierda así de grande, pero tan así de grande que no puedo abarcar el perímetro con los brazos. No son popotas ni nada. Habría que avisar a los ilustradores de que Popota tiene más bien poco de gato con botas. No hay manera. No hay Popota bueno en internet. Igual el año que viene, con motivo del 120 cumpleaños del nacimiento de Bulgákov, nace un ilustrador que, veinte o treinta años después, dibuja un Popota en condiciones. Pues vamos a esperar.
Mientras esperamos, podemos ver el vídeo comercial del Shake Weight, que es el aparato tonificante para brazos femeninos que con su sistema de inercia dinámica va a revolucionar todo lo que se pueda revolucionar el el mundo de la tonificación de brazos.
¡Ángela María! ¡Virgen del Verbo Divino!... ¡Hala!
viernes, 14 de mayo de 2010
Mano de santo
La guitarra parecía un camello. Era mi moto. Hacía ruido. La recuerdo muy bien. Estaba muy orgulloso de mi moto. En nuestro patio había una moto, la de Maks. Era una de las dos motos de la ciudad de Rakvere. La otra era la mía.
Llevo una temporada quitándome muelas. Me explico, no me quito muelas como Jeff Goldblum delante del espejo en La Mosca; voy a un dentista y él se encarga de sacármelas. El jueves que viene me sacan la sexta y última pieza. Me gustaría decir que lo celebraré, pero es posible que en el piscolabis no coma pistachos, maíz frito o almendras garrapiñadas y un piscolabis sin pistachos, maíz frito y almendras garrapiñadas no es lo mismo. En unas semanas me he convertido en un experto sobre el mundo de la extracción de muelas. La gente que conserva todas las muelas suele temer lo que no duele: está bien presente el miedo al fórceps que extrae la muela, cuando lo que más miedo debería dar es el botador. Un día les hablo botadores, esa especie de escoplos del demonio que el dentista gira sobre la pieza dental mientras en el interior de tu mandíbula oyes el cricro-crico-crocro-crico. Bueno, a lo que iba. Que cada vez que me extraen una muela vuelvo a casa infinitamente triste, mareado y dolorido (ya sabrán que soy, además de todo lo demás, de natural aprensivo y quejicoso). Así que llego a casa y me pongo un rato un dvd que me regalaron hace unas semanas, Arvo Pärt, 24 preludes for a fugue, dirigido por Dorian Supin y, oigan, que se me pasan casi todos los males. Veo al señor Pärt ahí contando recuerdos de infancia; recortando trocitos de pentagrama y pegándolos sobre partituras; pidiendo a una señora de un mercadillo si le puede coser un botón que se le va a caer, oigan, lo veo ahí haciendo todas esas cosas, moviendo las manos de esa manera tan preciosamente precisa, y se me cura todo. Claro, al rato se me pasa la anestesia y me tengo que tomar el ibuprofeno, pero esa pena infinita posterior a la extracción ya me la he quitado de encima. Mano de santo. Odontólogos del mundo entero: regalen dvds de Pärt a sus pacientes.
El texto de arriba, claro, es uno de los recuerdos de infancia que Pärt cuenta a la cámara, y oigan, si lo componemos en versos, miren qué bonito queda:
La guitarra parecía un camello.
Era mi moto. Hacía ruido.
La recuerdo muy bien.
Estaba muy orgulloso de mi moto.
En nuestro patio había una moto,
la de Maks.
Era una de las dos motos
de la ciudad de Rakvere.
La otra era la mía.
martes, 11 de mayo de 2010
Richard Feynman sin tocar bongós
El 11 de mayo del año pasado, hace justo un año, con motivo del cumpleaños de Richard Feynman, pusimos en este blog, su blog de confianza, una foto de Richard Feynman tocando un bongó, en buena parte porque el 11 de mayo del año anterior habíamos puesto una foto de Richard Feynman tocando dos bongós. Hoy, once de mayo, día de celebración del 92 cumpleaños de Richard Feynman, toca pues poner una foto de Richard Feynman tocando ningún bongó, o sin tocar bongós. Sea pues: un Richard Feynman en la playa, sin bongó alguno.
lunes, 10 de mayo de 2010
Joan Crawford, salvajota
Hoy se cumplen 33 años de la desaparición de Lucille Fay Le Sueur, más conocida como Joan Crawford (San Antonio, Texas, 23 de marzo de 1904 - Nueva York, 10 de mayo de 1977), y por esa razón aparece en la cabecera de este blog y justo aquí encima, bien guapa, con un cuchillo entre los dientes. Ayer mismo me vi la película Strait-Jacket (1964) de William Castle, con guión de Robert Bloch (y cómo se nota que Bloch está ahí, para lo bueno y para lo malo). Para los que no la conozcan, Strait-Jacket es una secuela bizarrona y más que divertida de la Psicosis de Hitchcock. En todo caso, si el final no nos llega a convencer, siempre nos quedará el gustirrinín de ver a la Crawford matando a hachazos a su marido y a la amante, chac, chac, chac, tan decidida, sobre la cama de matrimonio. En este falso trailer verán una selección de las imágenes más divertidas de la peli, incluido el chiste del final, en el cual veremos la figura de la Columbia con la cabeza cortada y colocada sobre sus pies (haw-haw-haw). Y aquí unas cuentas pruebas de vestuario y maquillaje de la Crawford para la película. ¿Qué más quieren, quieren más? ¿Que no les ha parecido una entrada completa? pues oigan, no sé qué quieren.
domingo, 9 de mayo de 2010
Scarymouses
En la década de los años cuarenta del siglo pasado, una pareja de niños disfrazados de Minnie y Mickey Mouse se retratan en un estudio fotográfico profesional de Ohio durante la celebración de la fiesta de Halloween. Ni los padres, ni los niños, ni el fotógrafo, eran conscientes de que esta imagen, de puro bizarra y sórdida, se iba a grabar en nuestras retinas hasta el final de los días. Puestos a buscar unos buenos guardianes de las puertas del infierno, la pareja de ratones tristes lo haría de maravilla. Ahora, a ver cómo dormimos.
sábado, 8 de mayo de 2010
Y el cuervo dijo: «trae a ver cómo está ese pan»
Hoy celebramos el cumpleaños de la librera con las pestañas más largas y no se nos ha ocurrido mejor cosa que ponerle esta bonita foto de Marion Gaynor, hija del alcalde de Nueva York William J. Gaynor, dándole de comer a un cuervo muy salao en el año 1910.
Fotografía de la colección de George Grantham Bain, encontrada en Shorpy, (que no tienen imagen mala), que demuestra que la fotografía con efecto Tilt-Shift no es algo tan moderno como algunos pretenden hacernos creer. Si es que está todo inventado.
viernes, 7 de mayo de 2010
Gran Reserva avinagrao
Me está pasando, oigan. Que veo la serie de tve Gran Reserva y se me quita la gana de beber vino riojano. Que no tengo nada contra el vino riojano, ojo, pero es que veo a los vinateros de la serie tan serios, tan tensos, tan intensos, que si el uno es malo el otro peor, que si se ponen los cuernos los unos con los otros, que si ahora te hago la puñeta por aquí, que si ahora te estropeo la cosecha, que si venga a ponerse zancadillas, que si ahora mato a uno que molesta, que si ahora mato al otro para joder a la competencia, que se me quitan las ganas de beber vino riojano. Uno quiere pensar que el vino se hace con cariño y alegría, con vinateros felices que corretean dando saltos por los campos al caer la tarde y que luchan cada año para mejorar sus vinos, con enólogos que ponen ojitos a las enólogas y enólogas que ponen ojitos a los enólogos, vaya, lo que uno se imagina cuando se toma un vino. Pero que no me dejan los de la serie, que es que veo una botella de Rioja y pienso que me va a saber avinagrao. Pues no tiene usted derecho a criticar el vino riojano por una serie de televisión, dirán. Pues tienen razón, pero que me pasa. Qué le voy a hacer. Luego ya, cuando acabe la serie, volveré a tomar Rioja.
jueves, 6 de mayo de 2010
Los amigos
Muchas veces he advertido que tendemos a atribuir a nuestros amigos una estabilidad similar a la que adquieren en la mente del lector los personajes literarios. Aunque abramos El rey Lear montones de veces, nunca encontraremos al pobre soberano apurando hasta la última gota de su jarra de cerveza la mar de contento, olvidados todos los pesares, en una alegre reunión con sus tres hijas y sus perros falderos. Nunca revivirá Emma, reanimada en el momento oportuno por las sales simpáticas contenidas en las lágrimas que Flaubert pone en los ojos de su padre. Sea cual fuere la evolución que este o aquel personaje popular ha experimentado entre las tapas de un libro, su destino está fijado en nuestra mente, y, de manera similar, esperamos que nuestros amigos se ajusten a tal o cual molde convencional que hemos acuñado para ellos. Así X nunca compondrá la música inmortal que no armonizaría con las sinfonías de segundo orden a que nos ha habituado. Por su parte, Y jamás cometerá un asesinato. En ninguna circunstancia nos traicionará Z. Lo hemos dispuesto todo en nuestra mente, y cuanto menos vemos a una persona determinada, es tanto más satisfactorio comprobar la fidelidad con que se ajusta a la idea que nos hemos hecho de ella cada vez que nos llegan noticias suyas. Cualquier desviación del destino que hemos ordenado nos impresionaría, no sólo por anómala, sino también por su falta de ética. Preferiríamos no haber conocido a nuestro vecino, el vendedor jubilado de perritos calientes, si un buen día publica el libro de poesía más importante de su tiempo.
Vladimir Nabokov, Lolita (1955)
El otro día en La Noria de Tele 5, Pilar Rahola puso de vuelta y media la novela Lolita. Me gustaría recordar las palabras que utilizó, pero no las recuerdo porque en ese momento me puse a botar en el sofá como un poseso. Parecía, eso sí, que, si por ella fuera, Lolita debería dejar de venderse en las librerías. Mucho espanto le daba. Que le parecerá una novela guarra y depravada. Pues bien. La vida se nos presenta guarra y depravada más de una vez. Digo yo que igual no llegó a la página 347 (de esta edición), que leyendo este texto de arriba uno se reconcilia con Nabokov, con la literatura y con el sursumcorda si es menester.
Hoy celebramos el cumpleaños de mi señora, Sigmund Freud, Orson Welles y George Clooney, por ese orden.
domingo, 2 de mayo de 2010
Sobre la noche y las luces
Me jode confesarlo pero cuando sueño que estoy en la calle de noche, sueño con una noche con luces y planos parecidos a los de la película Al final de la escapada de Godard. Me jode porque a ver si me van a tomar por un bloguero de esos que se les hace el culo pepsicola con la Nouvelle vague, que no es el caso. O son planos nocturnos de Al final de la escapada o son planos nocturnos de American Graffiti, de Lucas, los dos con coches (y crean que ya he pensado y repensado que los planos nocturnos de coches de American Graffiti deben mucho, casi todo, a los planos nocturnos de Al final de la escapada). Así que nunca sé en qué medida me influyeron en su momento esas escenas nocturnas o en qué medida esas escenas nocturnas de Al final de la escapada y American Graffiti muestran con suma veracidad la realidad de las salidas nocturnas. O si no la realidad, la exactitud del arquetipo conceptual idóneo soñado de una noche en la calle en ese momento maravilloso en que no hace ni frío ni calor, el clima es perfecto y se confunde (se «empasta») con la temperatura del propio cuerpo, que no es poco.
Hoy se cumplen 81 años de la desaparición del cineasta turolense Segundo Víctor Aurelio Chomón y Ruiz, más conocido como Segundo de Chomón, y por eso lo ponemos en la cabecera, con su canotier, bien pincho.
El barco del amor
En la foto, Howard Phillips Lovecraft (Providence, Estados Unidos, 20 de agosto de 1890 – Providence, Estados Unidos, 15 de marzo de 1937). Miren qué guapete era.