miércoles, 9 de julio de 2008

Un experimento ocultado por la ciencia


El 22 de octubre de 1891, el joven empleado de banco e inventor Murray S. Wienner registró en la oficina de patentes de la ciudad de Circa su «ingenio eléctrico reductor de cráneos». Murray S. Wienner se sirvió de su hermano gemelo Alphonse para experimentar con su nueva máquina, como muestra la doble exposición fotográfica, único documento gráfico que queda de su estudio El jibarismo eléctrico, utilización del ingenio reductor de cabezas, usos y aplicaciones (publicado en Circa en 1894, del que tan sólo quedan media docena de ejemplares). De su hermano Alphonse se conservan varias cartas que envió a su prometida, Mary Anne Rowe, en el tiempo que pasó en la mansión de la familia Loxley, durante su estancia en Cambridge; cuatro de las cuales narran con detalle las contrariedades que Alphonse sufrió tras el experimento (cefaleas constantes, expulsión del distinguido Club de la Pipa de Circa, lagunas en la memoria y falta de apetito, entre otros).
«Mi adorada florecita, como te comuniqué en mi última carta, me encuentro en cama aquejado de una terrible migraña que me impide realizar cualquier labor. Sin ir más lejos, el intento de seguir con la vista lo que la pluma traza sobre el papel me está resultando un verdadero martirio...».
(Es posible consultar la publicación de las cartas completas en el número 87, pp. 208-235 de la revista Science & Mental Medicine, Minnesota, número doble especial, agosto, 1972).
Respecto a la máquina, no se conserva ni una sola pieza de ella, pues desapareció, junto al propio Murray y sus libros de anotaciones, en el incendio que asoló parte del barrio antiguo de la ciudad de Circa en 1902.

6 comentarios:

Helter dijo...

Estaba pensando qué aplicaciones podría tener el cacharro este, y me he dicho: "busca en guguel 'cabezón', a ver qué te sale". Y he visto que hay muuuuchas personas que tienen por apellido Cabezón. "Sr. Cabezón, esto", "Sr. Cabezón, lo otro", "Qué alegría volver a verle, Sr. Cabezón". Qué cruz. ¿Se ha inventado alguna máquina para poder cambiarse el apellido?

Arkab dijo...

Harry, ¿ha visto usted el detalle del inventor de la máquina? Puso en su parte delantera baja un revistero para que no se aburrieran los clientes en la espera de su reducción cabeceril. Como en las salas de espera de los dentistas. Qué previsor.

Oiga, creo que tengo la continuación de esta entrada, pero a lo grande, grande. Ocurre que mañana voy a Linares y se van a tener que esperar un par de días a que la ponga. ¿Necesita alguien algo de Linares? Pues que lo pida ya. ¿Que nadie quiere nada? Oigan, que estoy que lo tiro: un President para el Barça, una tela mosquitera, una casa de adopción post-Expo para Fluvi... Pidan, pidan ustedes lo que quieran, hombres y mujeres de los blojs, ojs, que estoy que lo tiro.

Harry Sonfór dijo...

Oiga que sí, Arkab, que tiene revistero y todo ¿y la silla de patas torneadicas? ¿qué me dice de la silla de patas torneadicas?

Ah, pues yo ya tengo para pedirle. Mande una foto de usted y su Pk frente al monumento de Andrés Segovia que va vestido de Drácula.

Trikki dijo...

Oiga, ¿llego tarde para una de caracoles de esos chiquitines?(de los que pican un webo, más incluso que el mosquito tigre de la Albufera)

Farencica dijo...

Hay ua cosaque no entendo por màs que lea y lea: por qué le expulsaron del Club de la Pipa de Circa?

Harry Sonfór dijo...

Faren, imagino, pero no puedo confirmarlo, que lo expulsaron porque hacía feo ver a un señor con la cabeza pequeñica fumando en pipa en uno de esos salonazos victorianos, con esos sillones, esa lámparas y ese de todo que tenía la sede del Club de Fumadores de Pipa (P.S.C.), ahora convertido en un multicines con restaurante rápido y bar de noche con música chillout tipo Budhabar.