martes, 21 de abril de 2009

Juguemos (III)

Óscar está dando su paseo diario cerca de la vía del tren cuando se da cuenta de que éste que se aproxima está fuera de control. Ve lo que ha ocurrido: el conductor se ha desvanecido y el tranvía se dirige hacia cinco personas que caminan por la vía; los margenes son tan empinados que los cinco excursionistas no podrán salir de la vía a tiempo. Por suerte, está cerca de un cambio de agujas y puede accionarlo, lo que hará que éste se desvíe temporalmente por una vía secundaria. Sobre dicha vía hay un objeto pesado. Si el tranvía choca con ese objeto, éste reducirá su velocidad, dando así a los excursionistas tiempo para escapar. Sin embargo, sobre la vía secundaria hay una persona delante del objeto pesado. Óscar puede accionar el cambio de agujas, impidiendo que el tranvía mate a los excursionistas, pero matará a la persona que se halla delante del peso. O bien puede abstenerse de hacerlo, dejando que los cinco excursionistas mueran.
¿Es moralmente lícito que Óscar accione el cambio de agujas, desviando el tranvía por la vía secundaria?

Marc D. Hauser. La mente moral. Paidós, Barcelona, 2008.

En la foto, unos felices muchachos disfrutan de la agradable temperatura de una noche primaveral en la ciudad de Circa, año 1950, sin apercibir la llegada, ya justo detrás de ellos, del siempre sediento de sangre tranvía de la muerte.

4 comentarios:

Helter dijo...

Oiga, ¿estamos hablando todo el rato del mismo tren y la misma vía? Porque lo que no es de recibo es que Renfe no ponga avisos, barreras e incluso vigilantes en una vía tan concurrida.

Badil dijo...

Vámonos en manifestación a exigir un camino peatonal en ese pueblo ya. Si es que quedan vecinos, que lo empiezo a dudar
Y que el jefe de estación y el alcalde dimitan, por favor.
Y la medalla al trabajo a los servicios sanitarios y a los enterradores, que se la están mereciendo

Anónimo dijo...

Hola, soy la misma anónima, a la identidad renuncio pero al sexo no.
Que fijación tiene usted con la peligrosidad de los tranvías,oiga..
A lo que estamos, hay que valorar que ninguna persona tendría que estar en las vias y que no es responsabilidad de Oscar evitar el accidente, pero en caliente, nadie se plantearia nada de todo esto. Habría a quien le influiría la edad de los posibles muertos e incluso su aspecto fisico o su sexo, para tomar una decisión u otra.Por otro lado, una vez desviado el tranvia y con el muerto a las espaldas, los excursionistas seguirían con su visita cultural como si nada, mientras que nuestro amigo Oscar se come todo el marrón.
En fin que si no me da tiempo a pensar, desviaria el tranvia hacia la via secundaria, porque soy impulsiva, que si lo pienso un poco...pa rato.

Harry Sonfór dijo...

Pues tiene usted mucha razón en todo lo que dice, Anónima.
Bueno, Helter y Badil también tienen razón, pero como tienen razón siempre pues tampoco les voy a decir siempre que tienen razón.