sábado, 16 de enero de 2010

Ay, qué espejo más bonico

Llevaba toda la vida deseando tener un espejo sol, esos espejos flamígeros de inspiración barroca con rayos radiantes o puntas de inspiración vegetal que se pusieron de moda en los años cincuenta y que luego derivaron en todo tipo de estilos (racionalista, futurista, pop...). Toda la vida deseando tener un espejo sol. Así que un día buscando por internet encontré un blog, Vintage&Chic, que tenía alguno más que interesante. Observando que su dueña, Leticia Blanco, solía tener en stock más de un espejo sol, he esperado semanas, como zorro al acecho, a que pusiera alguno más grandote, que yo lo quería grandote. Hasta que lo puso. Un espejo flamígero bien hermosote. Lo pedí el martes, 12 de enero, y hoy me ha llegado por paquete azul. Más rápido no puede ser. Estoy que no paro de contento. Madre qué bonito que es. Esta tarde lo he puesto en la pared y no dejo de mirarlo. Ay, qué bonico. Y la cosa no queda ahí, que veo que tiene unos juegos de café de porcelana, clásicos, de los que a mí me gustan, que me tienen en un sinvivir. Ay. Que si en los días venideros no meto entradas nuevas, será que estoy mirando el espejo. Mañana le hago fotos, como si fuera mi chico. Ay, qué bonico. Ya me siento como Julián, el protagonista de Pepermint Frappé, en su casa-despacho. A otros les da por los coches o por coleccionar escopetas, oigan.

12 comentarios:

inde dijo...

Mira a ver si tiene lo mismo pero en chiquitín y con broche, para ponérmelo en la solapa del abrigo negro...

Arkab dijo...

Qué será lo que ve usted frente a ese espejo, Jacinto. Digo Narciso.

Harry Sonfór dijo...

Ah, pues eso ya no lo sé, Inde, pero más espejos sol sí que tiene. Y unos relojes sol también más bonitos... ¿Que no les había contado que también me gustan los relojes sol?

Harry Sonfór dijo...

Maravillas, Arkab, la perfección varonil hecha carne.

Harry Sonfór dijo...

He dicho varonil, no viril, que ahora estoy pensando que he puesto el espejo un poco alto y se ve de cuello para arriba y poco más.

Anónimo dijo...

Pos a mi los que me gustaban mucho eran los perricos aquellos que iban en la parte de atrás de los coches, que llevaban la lengua fuera y tenían un molle y movían la cabeza cuando cogían un bache.

Tojunto

Farencica dijo...

Bonito es poco. Y esa huella dactilar?

Harry Sonfór dijo...

Ah, Tojunto, pero si esos perricos los venden ahora también. Yo tengo uno en el coche. Se lo juro.

Harry Sonfór dijo...

Pues esa huella dactilar es para darle que hablar a usted, faren, que mire que ha pasado gente por aquí y naide se había fijado en la huella dactilar.

Blink dijo...

peppermint frappe... que fuerrrrte, vaya clasicazo conquense.

Harry Sonfór dijo...

Mire qué casualidad, Blink, que ayer mismo la volví a ver. Cada vez me gusta más. La escena de Elena cuando sale de la casa montada en la bici con Pablo corriendo detrás me deja siempre sin aliento. La primera vez que la vi era un crío y me dejó parecido. Qué malestar que se siente.

Anónimo dijo...

Hola,a mi me encantan estos espejos,y tengo unos cuantos a la venta.
Si quieres te puedo enviar fotos de lo que tengo.

Un saludo. Alicia

treslilas@yahoo.es