martes, 20 de octubre de 2009

De las orugas del pino

Al que trague la oruga del pino, luego le sobreviene furor del paladar y gran inflamación de la lengua, con tan bravo dolor de tripas que piensa el paciente que le son roídos los miembros interiores, además del hastío que siente y del insólito ardor universo. A éstos los socorreremos en la misma forma que los que tragaron cantáridas, salvado que usaremos con ellos del óleo melino (que se hace de membrillos y aceite) en lugar del común.

De Pedacio Dioscórides en el Libro de los venenos, edición de Antonio Gamoneda, Siruela, Madrid, 1995.

18 comentarios:

Javier de la Iglesia dijo...

«además del hastío que siente
y del insólito ardor universo»

«...del insólito ardor universo».¡Pero cómo escribía esa gente! Supongo que será versión del doctor Andrés Laguna.
Don Harry, en alguna ocasión creo que ya le hablé de mi experiencia con la procesionaria del pino. No llegué a tanto como a marendármela (pues, ¿qué hambre tenía que pasar esa gente como para verse en el apuro de tener que recurrir a la proteína de procesionaria?), sólo mecí con ambas las manos un nido entero y ovoide y recién desprendido de su árbol y, como hacía brisa y se me había metido la mota de rigor en en el ojo, me lo restregué a conciencia. El resultado, muy vistoso: la zona del ojo mutó al poco en una buena bota de vino de pastor zamorano.

Yahuan dijo...

Og, vaya, espero no vérmelas ni con un afectado por orugas de pino ni con las mismas orugas del pino...

anagadner dijo...

Un veterinario me contó que si mi perra se comía alguna procesionaria, le echara un chorro de agua oxigenada...me quedé de perfil...ya ve que mi veterinario(bueno el de mi perra)no era muy de Dioscórides, no...
¿va mejor, don Harry?Yo hoy he tenido un trabajo que iba de una habitación a 30º al exterior lluvioso, y otra vez a los 30º y otra vez a la lluvia...y estoy un poco cof-cof...ains

miguelgato dijo...

Al que trague la oruga del pino lo primero que hay que hacer es darle repetidamente con una vara por las costillas por imbécil.
¿Ya no hay otra cosa mejor que hacer que comerse uno las orugas del pino?

Harry Sonfór dijo...

El insólito ardor del universo, Javier, no me diga que no estremece. Ya tengo, pues, título para el libro: «El insólito ardor del universo». Luego lo de dentro será todo el rato «El libro que el lector tiene en sus manos» repetido, pero el título es bien potente. Y sí, la versión es de Andrés de Laguna con el manipulado posterior de Gamoneda, no sé en qué medida. «El insólito ardor del universo», qué potente, copón. Esa anécdota que usted cuenta da también, por lo menos, para un capítulo o dos de libro.

Harry Sonfór dijo...

Pues si no se junta con afectados por orugas de pino, Yahuan, no tendrá la ocasión de probar el remedio, el óleo melino, que si bien no parece muy dietético, mala pinta no tiene.

Harry Sonfór dijo...

Pues haga lo posible para que su perra no le coma orugas de pino, anagadner, que si le echa un chorro de agua oxigenada se le va a quedar más rubia que la Lady Gaga.
Voy mejor, lento pero mejor. Cuídese de esos trabajos de entrar y salir de una habitación a 30 grados. ¿Qué hace ahora? ¿mudanzas? Luego no diga que el virus lo ha cogido aquí, que por eso llevo días sin entrar casi, para no pegarles nada.

Harry Sonfór dijo...

Jodo, Miguelgato, lo ha arreglao. El pobre se come una oruga de pino creyendo que es.. er... esto... creyendo que es algo comestible, se le hincha la lengua, se pone a morir y encima me lo apalea con una vara. Pobre. Como me entere de que se mete a trabajar en el Samur lo denuncio.

miguelgato dijo...

Si alguien alguna vez se ha comio una procesionaria es porque el Pedacio de cabrón este se la daría como parte de sus investigaciones.
Anagadner, por regla general los perros ni se acercan a la procesionaria (por lo menos los perros acostumbrados al monte).

Harry Sonfór dijo...

Como para acercarse, pobres perretes, que les echan un chifletazo de agua oxigenada y se les llena la boca despuma!

Anónimo dijo...

Viene bien saberlo. Gracias.

A filla do mar dijo...

De esto he sacado yo la siguiente enseñanza:
Cuando se vaya a echar la siesta debajo de un pino, hágalo siempre con la boca cerrada. Por si las orugas.

anagdner dijo...

Ays,Miguelgato, voy a contarlo todo...
En el parque que paseaba a mi perra antes de trasladarme, había muchos pino infestadillos ellos de nidos de procesionaria, sisi, en el mismo centro of de citi,ná de monte y en el grupo perruno(suelen ocurrir esas concentraciones a veces espontáneas a veces concertadas)había un perrete sin media lengua, que lo tenía jodido pa beber el bicho.Su dueña nos contó que el mu memo había cogido quizá un palo, una piña u que me sé yo con una hilera peluda, y el pobre perrete a punto me morir ahogado, lo llevaron al vete, y¡zas!sin lengua.Yo, llena de temores y prensiones ya que mi perreta de tres meses sin conocimento(tiene ahora 14 y sigue sin él)cogía todo lo que veía por el suelo para jugar, fuí a a su vete de cabecera, le conte toda la tostada anterior,y él me dijo lo del agua oxigenada, supongo que pa que me callara...
Mudanzas, no-no don Harry, yo de lo mío forever, pero hay veces que las condiciones son pa´ nota.
Me alegra que esté mejor...

laMima dijo...

Eso del furor en el paladar pasa también si te untas los morros con visvaporús. Que se lo pregunten a mi sobrinico que todavía está echando espumarajos la criatura.
Mi cuñá no le dió con una vara en las costillas pero sí que le calentó un pelín el trasero y la oreja. Para mantener la temperatura constante sería, o qué.

Gloria dijo...

Bueno, con una vara en las costillas, y fuerte, hay que darle primero a las jadepuss de las orugas procesionarias, y eso que no tienen costillas.

Es posiblemente el bicho que más odio del mundo, despues de las ratas carroñeras de trinchera.

Harry Sonfór dijo...

¿Pues qué le han hecho las pobres orugas de pino, Gloria, con lo graciosas y peludinas que son?

Gloria dijo...

¡Pues ahí me ha pillado, Harry!

Sospecho que hay un trasfondo de envidia cochina hacia ellas que sublimo como odio cerval, ya que ellas se permiten el lujo de ser peludinas y yo en cambio, como hembra humana, estoy condenada a despellejarme a la cera caliente al menos una vez al mes.

Harry Sonfór dijo...

Pues aprenda de ellas, Gloria, y luzca el look piloso de las orugas, que también tiene su gracia. Recuerde, además, que llega el invierno, y tiene lo menos unos cuatro meses para olvidarse de la cera. Pantalón y leotardo en lugar de medias finas y todo apañao.
Yo una vez me fui a hacer las piernas, le pedí a la chica que me hiciera solo medias piernas y como era nueva se equivocó y me las hizo desde el tobillo hasta la ingle pero solo por el interior, medias piernas de arriba a bajo. Parecía un sioux con esos pantalones de flecos. Ya no he vuelto. Mejor así.