martes, 10 de noviembre de 2009

Trigo Tierno

Que no hay cosa más grande. Es posible que lo hayan visto en el estante de su supermercado habitual: Trigo Tierno Nomen. Va en una caja de esas plastificadas, con muchos colores y sugerencia de presentación como de arroz thai, pero no es arroz, ni thai. Es posible que hayan visto el envase y se dijeran «puá, esto tiene pinta de ser una especie de trigo sarraceno de esos integrales que lo cueces durante una hora y se queda todo marronaco y gomoso y al día siguiente se lo pones al perro y a las dos horas tienes que llevarlo corriendo al veterinario de urgencias con la lengua morada y los ojos como pelotas de ping pong para que le arregle el atasco intestinal» o «esto va a ser uno de esos productos que me da por comprar cuando estoy depre, que lo pruebo un día y luego se queda ahí criando polvo y quitando sitio de los estantes de la cocina junto al cus-cus precocido grano fino que si te descuidas se convierte en pasta para lechar ladrillos, el bulgur turco de grano fino que se queda siempre esperando que se acabe el cus-cus bueno para ser utilizado porque no hay otra cosa en casa, la harina especial para rebozados, las lentejas naranja fosforito o esas pastas enormes de marcas perversamente italianas con atadijo verdiblanquirrojo que secas quedan muy bonitas en el bote de cristal transparente comprado en Ikea pero que cuando se ponen a cocer se rompen, se deforman y se convierten en mantas gordas paduana con sabor a harina cruda». ¡Pues no! El Trigo Tierno Nomen es lo más grande que hay. Es sabroso, con una textura y un sabor que recuerda a unos diminutos y primorosos ñoquis amasados y tostados por las manos de Eva Mendes tal y como le enseñó su abuela en el horno de leña de la casa del pueblo. Se puede utilizar para acompañar, como sustituto del cus-cus o del arroz, en ensalada y de muchas otras formas más, excepto como relleno de bocadillos o cruasanes. Vaya, que vale para casi todo. Es mi consejo de hoy. Por esta razón y por estas entradas no me aconsejan en los blogs culturales. Me la juego día a día, es mi natural aventurero. A lo que voy: que el Trigo Tierno Nomen es lo mejor que hay. Y encima ni conozco al señor Nomen ni me pagan ni nada. Todo gratis (pero que si los de Nomen me quieren mandar unas cajas pues vengan esas cajas). No hay cosa más grande: Trigo Tierno Nomen. Lo compran, lo prueban y luego me cuentan. Ojo, que luego si lo prueban, se enganchan, se pegan todo el día comiendo trigo tierno refrito y se me ponen como tres faletes juntos, no me vengan a reclamar; son hidratos de carbono, ya saben lo que hay. Con mesura. Es como el sexo, todo en su medida. Todo el día, todo el día, tampoco puede ser bueno.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

¿A qué dirección le envío las cajas?
Gracias por la promoció.
Atentamente,

Sr. Nomen tesminombre.

Harry Sonfór dijo...

¡Ven? y además el señor Nomen es muy atento.

Harry Sonfór dijo...

Y rápido.

miguelgato dijo...

Después de todo lo que ha escrito aún Nomen terao de qué es lo que comeré exactamente si me compro ese mejunje.
¿Qué es exactamente? ¿me podré preparar unas farinetas con esto?
¿se le llama trigo por no llamarle Rodrigo?
Lo voy a mirar en el google.

laMima dijo...

¿Qué engorda magallón?...quite, quite, ¡ni hablar!.
No pienso comprarme semejante cosa oiga. Que me disculpe el Sr. Nomen pero todo no puede ser.

Harry Sonfór dijo...

Que no son farinetas, miguelgato, que se le quedaran como una especie de granos gordos hinchados con sabor a pasta de toda la vida. Como si fuera pasta con forma de grano, vaya.

Harry Sonfór dijo...

Bueno, hidratos de carbono son, laMima, los que luego se convierten en azúcares, pero en versión sabrosa. También son necesarios... pobrecicos. Pruebe un poco a ver.

anagdner dijo...

si señor, siii, que yo soy fan del trigo nomen.MMM, con verduritas sofritillas, como si fuera un arroz vegetal pero sin arroz, y con olivicas negras...con soja texturizada y bien condimentao...
Gratinao con varios quesos y un fondo de tomate casero frito...
Ays, que me gusta mucho el trigo nomen, señor sonfór(y el cuscus al-badía tb, que está bien rico de condimentao y rápido-rápido)
Y no engorda, a no ser que se coma el paquete entero, que pasa lo mismico que con el arroz.

Anónimo dijo...

pues, hombre, yo que no sé decir que no a nada (y que me he recorrido las estanterías de la tienda bladerunnner de alimnetación, en la calle marcial, echando en la cesta los alimentos más absurdos...) habrá que probar, sí.
Visiten la tienda bladerunner de alimentación en la C/Marcial de Zaragoza, donde el pato congelado cohabita con la medusa

A filla do mar dijo...

Ah! Que lo del sexo todo el día no es bueno?

Pues ya podían haberme avisado antes...

Me cachis!

Farencica dijo...

Pues yo no me hago mucho a la idea, pero probarlo, lo probaré cuando vaya, eso de las olivicas que dice anagadner me interpela. Y lo que me he reído leyendo este post: «como tres faletes juntos», «esa pasta (...) que en los botes transparentes de Ikea queda muy vistoso...» Harry, usté sabe mucho.

Harry Sonfór dijo...

Ole, ya somos dos, Anagadner. No hay cosa más grande. Mire, hoy mismo he cenao de eso, hecho el día anterior, y encima el jodío se conserva bien, con la misma textura. No hay cosa mejor.

Harry Sonfór dijo...

Jopelines, Lady in the radiator, usted se refiere a esa tienda que tiene unos arcones congeladores que harían las delicias de Gil Grissom y Abby Sciuto juntos. La conozco, sí.

Harry Sonfór dijo...

Faren, que es probarlo y ya no querer otra cosa. Bueno, tampoco es eso, pero casi.
Es que aquí se cocina mucho con olivas. Allí en Quebec ya no sé, pero aquí la oliva está a la orden del día. Haga la prueba y cocine un pollo de corral quebecuá con un chorro generoso de coñac, cebolla, ajo, pimiento verde y luego me le echa un picado de olivas verdes gordales, almendra tostada y huevo duro. Perfecto para estas navidades. Y para ponerse como tres faletes juntos, también.

Portarosa dijo...

Pues hoy mismo lo compro.

Menos mal que, además de un chalado, es usted muy gracioso.

anagadner dijo...

que tienen razón faren y portorosa, es usté mu gracioso, la alegría de las 15"(o las que sean, mi portátil es asín)
ole y ole

Harry Sonfór dijo...

Huy, regracioso, se me conoce como la alegría del barrio de gracioso que soy, todo el día de chirigotas, chascarrillos y chanzas.
Pues si hoy ha comprado el trigo tierno mañana lo probará, Portorosa. A ver qué le parece. Que luego ya está su mano en la cocina y el saber aderezarlo. Úselo como si fuera arroz o pasta y a ver qué pasa.