viernes, 16 de abril de 2010

Suma

Cuando tenía un espejo delante, Suma, una orangután de un zoo alemán, recogía hojas de lechuga y de col de su jaula, las colocaba una encima de otra y luego se las ponía en la cabeza. Mirándose al espejo, Suma retocaba cuidadosamente su sombrero vegetal. ¡Uno juraría que se estaba preparando para una boda!

Frans de Waal, El mono que llevamos dentro, Tusquets, Barcelona, 2007, p. 190.

4 comentarios:

miguelgato dijo...

Mientras al otro lao del espejo no esté la Duquesa de Alba cualquier cosa vale.

Alberich dijo...

Igual se estaba preparando -con evidente retraso, la pobre- para asistir a la boda de la hija de algún prócer de la política en El Escorial. Lechugas más rancias en cabeza de organgutana se vieron en aquel evento, si señor...

Yahuan dijo...

¡Pero qué bonito... Corta la respiración.

Anónimo dijo...

ay que majo el orangután. Yo es que veo cualquier simio bebé y me dan ganas de llevármelo a casa