domingo, 6 de septiembre de 2009

M

Pron-to ven-drá el vam-pi-ro con su cu-chi-llo
y ha- con-ti-go pi-ca-di-llo*.

*Primera escena de la película M (M, el vampiro de Düsseldorf en España), de Fritz Lang (1931).

El vagabundo escribe con tiza la letra M (de mörder, asesino) sobre la palma de su mano, en mayúscula (o versales), la imprime sobre el hombro izquierdo del asesino y éste se da cuenta de que ha sido descubierto cuando la niña le dice que tiene la espalda manchada. Descubre la letra en el espejo del escaparate, mirando por encima de su hombro. Tanto el vagabundo, cuando escribe la letra, como el asesino, cuando la lee en el espejo, ven la letra al derecho. Los demás, la verán al revés. Es una suerte que la letra M mayúscula sea simétrica en sus dos lados, que lo mismo da leerla del derecho que del revés. Si, pongamos por caso, en lugar de M le hubiera escrito una Z o una B, los demás vagabundos habrían dicho ¿pero éste qué ha querido escribir ahí? Pero hubo suerte y era una M. Caso resuelto.
Es posible que Lang se conociera al dedillo el libro décimo de La República de Platón, donde se discute sobre la apariencia, la realidad y la esencia. Y se habla de espejos:

—(...) Coge un espejo, dirígelo a todas partes, y en el momento harás el sol y todos los astros del cielo, la tierra, a ti mismo, los demás animales, las plantas, las obras de arte y todo lo que antes mencionamos.
—Sí, haré todo lo que dices en apariencia; pero nada de eso existirá, ni tendrá realidad.

Al asesino de M le sucede lo contrario, que encuentra la realidad en los espejos. Cuando lee la letra en su espalda; cuando ve a la niña víctima a través del espejo enmarcado con navajas en el escaparate de la tienda de herramientas y cuando pone caras de asesino frente al espejo de su habitación, en la pensión. Lo demás, lo que no ve reflejado en el espejo, es para él una realidad menos nítida. Por eso está enfermo.

7 comentarios:

miquel zueras dijo...

Me encanta Fritz Lang y su "M", aunque mi película preferida suya es "El hombre atrapado" con aquellos espías nazis en Londres vestidos de cockneys y el gran papel que hacía John Carradine (la persecución en un tunel de metro con el blanco y negro de la época) Muy buena. Borgo.

Harry Sonfór dijo...

Jo, Borgo, esa peli no la he visto. Hoy me estoy viendo «La caja de Pandora», con Louis Brooks y me está gustando horrores, oiga. Madre mía qué gancho que tiene esa mujer, que enamora a todos y a todas.

Javier de la Iglesia dijo...

Pongamos, don Harry, que a cualquiera otra persona le pasa lo que a mí hace un rato, que oye un informe sobre Amsterdam por la radio, y la experta que le habla con una vocecita para mi gusto denterosa (entre suavona y condescendiente-con-los-que-no-están-en-el-ajo) y va y deja caer algo así como que por allá hay, por ejemplo, un, dice, "bar de noodles"; y servidor, según escucha, traduce 'un bar de lerdos', más que nada por el tono de la voz que ya me estaba determinando negativamente mientras elucubraba si es que se trataría de algo de lo que hay que saber cuando uno quiere estar en lo que hay que estar y que entonces no sería eso (quizá también por el tono "chic" que ponía la enterada), así que miro al diccionario,y, no satisfecho, le pregunto a Google(casi la totalidad de los anuncios de bares de "noodles" que salen no explican nada en absoluto, todos lo dan por supuesto). Es decir, don Harry, ya en plan consulta: ¿Estaré en el caso, yo también, de la situación de persona vampírica porque tan me hallo en la ignorancia que omito un sector esencial de la realidad verdaderamente real y nada espejisma ("actual", le llaman los del "noodle") y no sé dar razón ni tan siquiera de un sencillo "bar de noodles" (que no debe ser ni parecido a un bar de pasta al estilo oriental) y que me deberán marcar a mí también con esa seña de vaca pampera? Dígame algo que ya no me encuentro.

Harry Sonfór dijo...

Jo, pues yo tampoco sé qué más datos encriptados tiene la expresión «bar de noodles». ¿Es un trato despectivo a los establecimientos chinos, como que, para la locutora, a esos locales no va más que chusma y gente lumpen o en realidad los bares de noodles de Amsterdam ahora son lo más de lo más y es allí donde te encuentras lo mejor y lo más trendy? Al final será que los vampiros sí que se reflejan en los espejos, pero los evitan para no encontrarse con la realidad verdaderosa. Pues vamos a ser todos vampiros pues, Javier.
Donde vivo no hay bar de noodles. Algo habrá que hacer, pero no se puede permitir ¡Queremos bares de noodles en todos los municipios!
Y no escuche la radio, por el amor de dios, Javier. Vea la tele, que al menos en la tele se le ve la cara al hablante y si dice «noodles» igual pone alguna mueca o hace algún gesto y se le intuye la intención de lo que quiere decir.

Inde dijo...

A mí lo que me da mucho miedo es pensar que me voy a mirar al espejo y me voy a ver horrorosa, como le pasaba al de "Abre los ojos". Ay, qué impresión. Con lo majica que soy. Con unos añitos ya, pero oiga, vaya, en fin.

Harry Sonfór dijo...

Y coqueta, madre qué coqueta.

Anónimo dijo...

M