Pocos datos más se conservan de la vida del doctor Ollivier. En 1882 partió a Egipto como miembro de la expedición «Ipuwer», junto a arqueólogos británicos, franceses y suizos. Según consta en la biografía del egiptólogo Martin A. Handgretinger, los miembros de la expedición, tras una acalorada discusión a propósito de ciertas diferencias sobre sus respectivos países decidieron separarse y tomaron rumbos diferentes: «El doctor Ollivier era un hombre con mal carácter. Se fue sin despedirse tan siquiera».
En la imagen: lámina grabada en la que se representa el esqueleto en postura fetal hallado en las ruinas de un templo drante la expedición francoanglosuiza «Ipuwer» (Naqada, 3500 a 3200 antes de Cristo) Museo Británico de Londres.
miércoles, 16 de enero de 2008
El doctor Ollivier y la expedición «Ipuwer» (Tercera y última parte)
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fenómenos extraños fenomenales
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4 comentarios:
¿Seguro que está en posición fetal, el esqueleto? Porque más parece que estuviera buscando una lentilla que se le ha caido.
Oiga, Helter, que no puede estar el esqueleto buscando una lentilla, que los esqueletos no llevan lentillas y en el caso de que llevaran lentillas en lugar de caer la lentilla al suelo se le caería al interior de la cuenca.
Nada, no puede ser, es incongruente un esqueleto con lentillas.
Harry, ¿pondrás una encuesta para ponderar la posibilidad de una cuarta (y última parte) de los esqueletos? Es que se me ha ocurrido que el último girado noventa grados y poniéndole una silla bajo la rabadilla, toma rima, podría ser un cantaor flamenco de 1852 entregado al noble arte de las bulerías.
Yo, ya lo adelanto, votaría que sí.
Eso está hecho, Arkab. Ya tiene la encuesta. A mandar.
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