domingo, 29 de noviembre de 2009

Otro sueño (II)

Un hombre entra por la mañana en una luminosa cafetería del centro de una gran ciudad. Es otoño, hace un día soleado y la luz penetra, muy blanca, por los ventanales, haciéndose sitio a través de las ramas recién podadas de los plátanos. Pide un café solo, posa el pie izquierdo sobre el reposapiés de la barra, el tacón del zapato choca con el metal y suena un «clin». Justo debajo del hombre, bajo sus pies, hay una misma cafetería, vuelta del revés. Justo debajo del hombre hay otro hombre igual que reposa el pie derecho sobre el reposapiés. Tanto arriba como abajo hay una camarera que sirve un café solo al hombre de la barra. El hombre que abre la bolsita de azúcar y vierte su contenido sobre el café solo viste un traje gris marengo; el hombre que vierte su contenido sobre el café solo de abajo es totalmente negro, parece que está enteramente lacado en negro. Así también la barra de abajo, la taza de café de abajo, la camarera de abajo, la cafetería de abajo, están enteramente lacadas en negro. A través del ventanal de arriba se ven coches y autobuses que circular, personas que caminan de un lado a otro. A través del ventanal de abajo solo se ve un sol rojo oscuro, ardiente, sobre un fondo de laca negra que se craquela y burbujea. En ese momento me despierto acalorado, bajo el cobertor hasta los pies de la cama, voy al baño y me lavo la cara con agua fría.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Hoy, sin comas y con dos gorriones

Dos gorriones uno en una rama y el otro en otra y uno de ellos le dice que si sabes el chiste del tipo que va al médico y le dice doctor tengo un hueso fuera y el doctor le dice hágalo pasar.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Que me voy a ver una exposición

Documento importante vía Marideliwes.
A Nueva York no, pero cerca. Cerca de casa quiero decir. Bueno, cerca, 37 kilómetros. Tampoco tan cerca.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La letra feroz

Investigaciones neurológicas recientes han demostrado que en la parte izquierda posterior de la corteza cerebral existe una pequeña zona que reconoce el texto, las letras o sus partes. Se supone que esta área está especializada en el reconocimiento de información gráfica elemental.
Posiblemente, esta parte del cerebro sirvió en el pasado para producir otros estímulos, como siluetas de animales que se pretendía cazar o que suponían un peligro, y así permitir un procesamiento de los datos muy rápido durante actividades como la caza.

Gerard Unger ¿Qué ocurre mientras lees? Tipografía y legibilidad, Campgràfic, Valencia, 2009, p. 88.

Cambio Radical recibe el galardón PPT de la RATA

Reunida en sesión extrordinaria, la RATA ha acordado entregar el galardon PPT (Premio Pepito Teclados) al gran Harry Sonfór por «Su contribución al entretenimiento de las señoras mediante el blog Cambio Radical, su blog de confianza. Su facilidad y calidad de palabra encandilan a esposas y amantes permitiendo de este modo a los hombres gozar de una breve tregua en el hostigamiento diario a que son sometidos por ellas».
Y para que así conste se le hace entrega de este bitmap acreditativo, que lo disfrute muchos años.
(Discurso de la RATA del 24 de noviembre de 2009).

Ayer, 24 de noviembre, Cambio Radical, su blog de confianza, recibió un premio muy especial de manos de la RATA (Real Academia Tausta Antigua [de la Lengua]) a través de su blog formativo e informativo. De todos los premios recibidos, éste es el que más me ha llenado de orgullo y satisfacción, quizá porque es el último que me han dado; el que venga después, si además trae perricas, aún me llenará de más orgullo y más satifacción. No me gustaría extenderme demasiado para no cansar a los asistentes, tan solo me gustaría agradecer a la inmortal ciudad de Tauste, a los taustanos y en especial a la RATA este hermoso galardón, que que hoy luzco entre mis manos y que en un rato colocaré en el estante de los premios, pero que llevaré en el corazón hasta el final de mis días. Gracias, RATA.

martes, 24 de noviembre de 2009

Una visita a las 2:43 de la mañana

Así que entro de nuevo en la cocina y lo veo ahí, sentado frente a la mesa, con las manos sobre las rodillas, siguiéndome con la mirada.
—Así que sigues ahí —le digo.
—Hace frío afuera. Aquí el fuego de la caldera me calienta.
—¿Quieres algo? ¿un vaso de leche? ¿un poco de sopa?
—Perdí el gusto hace muchos años —me responde acariciándose el cuello de arriba a abajo, lentamente—, si pruebo algo ya no sé lo que es. No distingo ya los sabores. Todo me sabe a nada. Eso me llena de tristeza, de una nostalgia infinita, así que prefiero no comer. Gracias.
Se crea, mirándonos, un silencio largo, espeso. Aprovecho para sacar una rebanada congelada de pan del frigorífico y la meto en el tostador.
—Por cierto —dice volviendo la cabeza hacia mí— ¿Aún hacen esos sabrosos pastelitos de crema de arándanos en el obrador de abajo?
Le explico que ese obrador cerró hará más de ciento cincuenta años, que luego fue una mantequería, luego una sastrería, luego, hasta 1983, una tienda de ultramarinos y que actualmente es un bar.
—Es una pena —me dice, sonriente— eran unos pastelitos deliciosos.
Le contesto que sí, que es una pena. Ahora el café que dan es más bien malo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Llevas las llaves?

El cerebro, que funciona de maneras muy diferentes y muy extrañas, que tiene su lenguaje codificado simple y vago, que cuando pide zumo de naranja recrea una imagen de colores y de letras que como mucho es una especie de «zuranja» y le vale, y le funciona, que todo el cuerpo le lleva a eso, hasta la nevera a por el zumo de naranja, luego nos sale con códigos internos más formales, que si existiera un premio príncipe de asturias a la frase interior mejor construida, lo mismo que dan premios a los toreros, la frase sería «¿Llevas las llaves?» y, en ese momento, en un vuelo, las manos buscan, palpan, toquetean por los bolsillos delanteros y traseros de los pantalones, de la chaqueta, del chubasquero; rebuscan, miran en la bolsa de mano, palpan y repalpan buscando esas piezas de metal muescadas unidas por un aro entre la cartera, el tabaco, el mechero, los caramelos para la garganta, los papeles del banco, la factura de eléctricas que lleva una semana ahí, las tarjetas y tarjetones, esa hoja de publicidad, los celofanes del paquete de tabaco, los caramelos comprados en la gasolinera, el paquete de chicles y los chicles que se han salido del paquete, renegridos, sucios, desamparados y conscientes de su futuro (o bien acabo en la papelera o antes le hago la puñeta al dueño y me disuelvo entre todo lo que encuentre suficientemente sólido), los bolis y rotuladores, los medicamentos de uso rutinario, y, de pronto, aparecen, ni tan siquiera una llave entera, un pico de metal que roza la uña y que la uña reconoce (alabada uña). ¡Ahí están! Las llaves. ¿Llevas las llaves? Llevo las llaves. Así reviente el mundo, que llevo las llaves.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Cyd

No podrán sacarle un fallo. Es Cyd Charisse, de panteraca.
Y se hacía las piernas con maquinilla de afeitar. Lo normal.
Bien guapa que está.

En la foto superior, Cyd de panteraca.
Sobre estas líneas, detalle de la foto de Cyd, de panteraca (clique sobre la foto para verla con más detalle).

Servidor, desde que se ha enterado de que Cyd, entre sesión y sesión de fotos, tenía que que hacerse las piernas como toda hija de vecina y que si le pasabas la mano de la rodilla al pie aún va que te va pero que si lo hacías del pie a la rodilla se oía «craquete-cret-craquete-cracket», se ha relajado y ha decidido que tanto culto al cuerpo no puede ser bueno y que en lugar de afeitarse la barba una vez cada diez días lo va a hacer cada veinte o treinta días, o incluso más. Vuelve el hombre lija.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Daguerrotipo

La imagen es de Jean-Baptiste Sabatier-Blot (Francia, 1801–1881), en ella aparece su hija junto a una mujer, en 1850.
Un día alguien me querrá explicar por qué la gente retratada con cámaras de daguerrotipos se ven más vivas y más modernas que las fotografiadas con cámaras posteriores. Es posible que la instantánea no disponga del tiempo suficiente para hacerse con todo lo que roba el daguerrotipo.

PS: Y la respuesta no se hace esperar. Carlos Vertanessian nos escribe desde Argentina:

«Como apasionado al daguerrotipo y coleccionista, te dejo una explicación parafraseada de Walter Benjamin que se ocupó mucho de la temprana fotografía y el daguerrotipo:
Ningún daguerrotipo puede ser entendido como una imagen instantánea. El artista daguerreano no tenía los recursos técnicos como tomar al modelo por sorpresa. La pose debía ser deliberadamente elegida. El tiempo de exposición, variando desde dos a treinta segundos, hacia imposible cualquier intento que no fuera cuidadosamente estudiado y posado.
»Este impedimento, sin embargo, le daba al modelo la ventaja de vivir dentro del instante fotográfico. Mientras posaba calmo durante todo el tiempo de exposición el modelo crecía, por así decirlo, dentro de la imagen misma. Durante ese largo proceso afloraba la personalidad del retratado, su orgullo y su carácter. Se mostraba así como quería ser recordado. Las más logradas imágenes daguerreanas reflejan así, y de manera arquetípica, a toda una sociedad desaparecida hace generaciones».

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Y dale con Tarkovski

...la meta de las personas que en esa película [Stalker] se encaminan hacia la zona es una habitación donde se cumplirán sus más secretas aspiraciones. Mientras atraviesan el curioso territorio de la zona, rumbo a esa habitación, Stalker narra al escritor y al sabio la historia, real o legendaria, de Dikoobras, que llegó a aquel lugar ansiado pidiendo que su hermano, de cuya muerte él era culpable, volviera a recobrar la vida. Pero cuando Dikoobras volvió de la «habitación» a su casa, se encontró repentinamente enriquecido. La zona le había regalado su verdadero deseo íntimo, y no aquello que había pretendido desear. Por eso, Dikoobras se ahorcó.

Andrei Tarkovski, Esculpir en el tiempo, Rialp, Madrid, 2008, p. 220.

En la primera foto, Alexander Kaidanovsky en Stalker (1979)
En la segunda foto, The Large Turf, de Durero (1503)

Si además quieren ver la nueva muestra de cine independiente con un actor alemán al que le suenan los tacones, no tiene más que darle aquí.

martes, 17 de noviembre de 2009

Vinos aragoneses

Mi vinatero de confianza ha abierto un blog que sirve como apoyo a su página de venta online de vinos aragoneses y eso es siempre motivo para estar alegre. Y motivo para abrir en la cena una botella de las que me ha traído hoy al punto de la mañana y ponerme más alegre aún. Así que si luego de noche me da por escribir con las erres al revés, échenle las culpas al maestro vinatero. Ay, que no me decido, si la una, si la otra o si la de acullá. ¿Que no conocían la página de venta online y le siguen comprando el mismo vinarro de todos los días al de la tienda de abajo? ¿Pero en qué mundo viven? ¡Pero si eso está demodé! ¡Demodé y out!
Arkab, que si abro un Veratón o qué.

Guiso de ternera con patatas y guisantes

En la foto, Daniel Viscain con David Bowie en el vagón-restaurante del ferrocarril británico (Circa, 1973). Donde se demuestra que los músicos de pop-rock y los propietarios de sellos discográficos también comen ternera guisada con patatas y guisantes. Y su pan con mantequilla. Ya no se venden americanas así. Digo yo que te pones una americana así y de pronto te encuentras más contento. Ahí con sus brillos y sus reflejos. Son americanas alegres. Ojo, que estas americanas de la foto no se pueden meter en la lavadora, pero tampoco conviene meter una americana de ahora en la lavadora. La culpa de todo la tienen los forros y las entretelas, que encogen como les viene en gana. Estamos en el año 2009 y aún no se ha inventado una tela de forro que encoja igual y de la misma manera que el tejido de lana fría o el paño inglés. Solución: llevarla a la tintorería, que es ese extraño local que huele igual en cualquier lugar del mundo. Entras en una tintorería y te sientes como en casa, en el caso de que tu casa huela como una tintorería.

Complete Mitchum

Los acontecimientos me obligan. Anagadner* confiesa que es fan de Mitchum, y si lo dice Anagdner va a misa; lady in the radiator dice que le gusta el cropping de la entrada anterior, y si a lady in the radiator le gusta un cropping pues habrá que hacer más croppings; Gloria es laughtonguista fiel, y por ello tiene hasta un blog dedicado por entero a él (creo que es el ser humano que más sabe de Laughton en el mundo entero) y elradia, que se confiesa públicamente heterosexual en estos tiempos tan difíciles, dice que el Mitchum le pone. Pues hay que hacerlo. Aquí tienen la foto de Mitchum entera, sin cortes. Que no es su mejor foto, eso también.

*Que no le puedo poner enlace a Anagadner porque no tiene blog. Que me parece una injusticia, con la de cosas que podría contar. Pero que no tiene blog. Algo habrá que hacer. Una plataforma para que se abra un blog, una recogida de firmas o algo así.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Un engendro monstruoso


Se trata de un engendro monstruoso fruto de una imaginación desquiciada... Rechazable en absoluto.


Nota de un censor español sobre la película La noche del cazador, basada en la novela de Davis Grubb y dirigida en 1955 por Charles Laughton, con Robert Mitchum, Billy Chapin, Sally Ann Bruce, Shelley Winters, Lillian Gish, Peter Graves, Evely Varden y James Gleason, en el libro La censura cinematográfica en España, de Alberto Gil, Ediciones B, Barcelona, 2009.
En la foto, las manos de Robert Mitchum en una foto promocional de la película con su característico tatuaje pre rapero. En los dedos de su mano izquierda leemos «TE» y en los dedos de su mano derecha, al revés, leemos «LO».

jueves, 12 de noviembre de 2009

Lugares recurrentes que aparecen cuando sueño

Una especie de paseo marítimo, con el mar a la derecha y una fila de casas bajas con locales abiertos en la planta calle. Entro en uno, bajando unas escaleras, en el que se venden sovenirs y objetos de inspiración marinera.

Una ciudad, que no me resulta desconocida. Subo por su casco viejo y callejeando descubro que toda la ciudad está ubicada a los pies de un enorme y escarpado risco que nunca había visto. Se hace de noche y hay fiesta en las calles. Subo por un sendero y veo la ciudad desde arriba, llena de luces, como si fuera en avión.

Ese mismo risco, de día. Subo por un sendero y en lo alto me encuentro con un viejo molino. Entro en él, está vacío salvo por unos pájaros que anidan y aletean por el techo. Salgo de allí y de pronto truena y se pone a llover como en las películas de Tarkovski. Las suelas de mis botas resbalan sobre la hierba mojada.

De nuevo, otro casco viejo, esta vez tiene aspecto castellano, o italiano. Hay una plaza cuadrada con porches que forman arcos Tudor. Es de noche y hay mucha gente en la calle, pues se celebra una especie de carnaval medieval con máscaras. La escena es muy cálida, pues está toda iluminada por antorchas. La gente baila y grita y hay una especie de actores vestidos de arlequines, como de Comedia del Arte italiana. Si me cuentan este sueño diría que qué sueño más jodidamente hortera, pero en el sueño no lo recuerdo así, es agradable, excitante. Salgo de la plaza con otras personas y llego hasta una plaza abierta en lo alto del casco. Es amplia, románica, de piedra gris con musgo y enredaderas. La luz es azul, pues amanece. Se oye el silencio y llevo un jersey gordo de algodón de color negro o gris.

Una plaza con una rotonda en el centro. Tiene edificios grandes que parecen embajadas y hoteles (o yo sé que son embajadas y hoteles). Circulan coches elegantes americanos de los años cincuenta, y la rotonda tiene palmeras y un jardín de estilo francés. Es verano y hace calor. Cerca hay unos porches y busco una papelera.

Una cafetería años setenta con ventanales. Para entrar hay que bajar unas escaleras metálicas con peldaños de madera. Las paredes están pintada en color marfil y tiene una especie de departamentos con mesas pequeñas y asientos tapizados de verde musgo. La luz es amarillenta y las mismas ventanas que dan a la calle están teñidas de un bonito amarillo yema de huevo. Miro a través de los ventanales y pienso que distingo mejor los detalles si miro a través de ventanales de color amarillo e ideo una rara teoría sobre el amarillo y la miopía. Llevo una chaqueta marrón de cuadros grandes.

Una playa de noche en invierno con un mar negro y picado que tiene una cabaña de madera en lo alto. Entro en la casa, que tiene una habitación pequeña de techo bajo, forrada en madera con una luz cálida. Hay mantas de colores y todo me gusta, pienso que todo lo que veo es muy sueco y me gusta y así se lo digo a la persona que me acompaña, que lleva un jersey de cuello alto y el pelo negro, liso y suelto. Hay un aparador con teteras y jarras de metal antiguas, pero que yo sé que están en uso.

martes, 10 de noviembre de 2009

Y sigue la moda de perretes fotografiados

El perro, como ser irracional que dicen que es, piensa que eso de abrir una alpargatería es de tontos. Una tienda de huesos gordos de ternera, una expendeduría de gatos cojos, una tienda de rosquillas, una salchichería, una tienda especializada en pelotas de goma, todo eso está más que bien, pero una tienda que no venda otra cosa más que alpargatas, y encima nuevas, solo se le puede ocurrir a un humano.
Nianankoro, en su blog, se une a la moda imparable de las fotos con perretes y aquí lo celebramos.
«¿Y una tienda de huesos de pollo?» Le digo al perro. «¿Una tienda de huesos de pollo? qué cosa más tonta acabas de proponer», me responde el perro mientras se va calle arriba.

Trigo Tierno

Que no hay cosa más grande. Es posible que lo hayan visto en el estante de su supermercado habitual: Trigo Tierno Nomen. Va en una caja de esas plastificadas, con muchos colores y sugerencia de presentación como de arroz thai, pero no es arroz, ni thai. Es posible que hayan visto el envase y se dijeran «puá, esto tiene pinta de ser una especie de trigo sarraceno de esos integrales que lo cueces durante una hora y se queda todo marronaco y gomoso y al día siguiente se lo pones al perro y a las dos horas tienes que llevarlo corriendo al veterinario de urgencias con la lengua morada y los ojos como pelotas de ping pong para que le arregle el atasco intestinal» o «esto va a ser uno de esos productos que me da por comprar cuando estoy depre, que lo pruebo un día y luego se queda ahí criando polvo y quitando sitio de los estantes de la cocina junto al cus-cus precocido grano fino que si te descuidas se convierte en pasta para lechar ladrillos, el bulgur turco de grano fino que se queda siempre esperando que se acabe el cus-cus bueno para ser utilizado porque no hay otra cosa en casa, la harina especial para rebozados, las lentejas naranja fosforito o esas pastas enormes de marcas perversamente italianas con atadijo verdiblanquirrojo que secas quedan muy bonitas en el bote de cristal transparente comprado en Ikea pero que cuando se ponen a cocer se rompen, se deforman y se convierten en mantas gordas paduana con sabor a harina cruda». ¡Pues no! El Trigo Tierno Nomen es lo más grande que hay. Es sabroso, con una textura y un sabor que recuerda a unos diminutos y primorosos ñoquis amasados y tostados por las manos de Eva Mendes tal y como le enseñó su abuela en el horno de leña de la casa del pueblo. Se puede utilizar para acompañar, como sustituto del cus-cus o del arroz, en ensalada y de muchas otras formas más, excepto como relleno de bocadillos o cruasanes. Vaya, que vale para casi todo. Es mi consejo de hoy. Por esta razón y por estas entradas no me aconsejan en los blogs culturales. Me la juego día a día, es mi natural aventurero. A lo que voy: que el Trigo Tierno Nomen es lo mejor que hay. Y encima ni conozco al señor Nomen ni me pagan ni nada. Todo gratis (pero que si los de Nomen me quieren mandar unas cajas pues vengan esas cajas). No hay cosa más grande: Trigo Tierno Nomen. Lo compran, lo prueban y luego me cuentan. Ojo, que luego si lo prueban, se enganchan, se pegan todo el día comiendo trigo tierno refrito y se me ponen como tres faletes juntos, no me vengan a reclamar; son hidratos de carbono, ya saben lo que hay. Con mesura. Es como el sexo, todo en su medida. Todo el día, todo el día, tampoco puede ser bueno.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Bergman y el infortunio minifaldero

La moda en el peinado y el vestuario ilustra, en un plano superficial pero patente, la ligazón al tiempo. La diferencia entre una película ligada a la época y una película independiente de la época se puede medir evidentemente en el largo de las faldas, y sufro cuando veo ahora a Bibi Andersson y Liv Ullman, dos señoras maduras, aparecer en minifalda, de moda en esa época. Creo recordar que opuse una débil resistencia. Sin embargo, ante el doble poder femenino, desgraciadamente, cedí. El infortunio no se notó entonces, pero más tarde ha ido apareciendo inevitablemente como una escritura de tinta invisible.

Ingmar Bergman, Imágenes, Tusquets, Barcelona, 2007

Una entrada paramnésica anual

Hoy, 9 de noviembre, se celebra el día del Inventor en honor a Hedwig Eva Maria Kiesler, después conocida como Hedy Lamarr, la ingeniera en telecomunicaciones austríaca más guapa de todo Hollywood.
¿Que no se han preocupado por saber sobre la vida de Hedy Lamarr? no se la pierdan, es lo más grande que hay.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Tarkovskisteando

Para conseguir que la imagen fílmica sea real y plenamente sonora, probablemente haya que prescindir conscientemente de la música. Viendo las cosas desde un punto de vista estricto, el mundo transformado fílmicamente y el musicalmente elaborado son dos mundo paralelos, en conflicto. Un mundo sonoro organizado de forma adecuada es, por esencia, un mundo musical y como tal un mundo profundamente cinematográfico.

Andrei Tarkovski, Esculpir en el tiempo, Rialp, Madrid, 2008, p. 187.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ola de perretes imparable

El sábado, 31 de octubre, Lady in the radiator publicó una preciosa foto de paisaje con perrico; Mis adarmes lleva varios días poniendo fotos de los diferentes perricos con diferentes pelajes que va encontrando por la ciudad; la última entrada de Mangurrino (que ya me lleva casi un mes que no saca entrada nueva y sabe él que sin sus entradas no puedo vivir o vivo peor) trata sobre los perritos de las praderas; el otro día, para un trabajo, me enviaron por e-mail una foto de un señor famoso con su perrico negro, que además se llama Tobi.
La moda de las fotos con perricos ya es un hecho. Está ahí... y es imparable.
Y esta entrada sirve también para decirles que me acaban de decir que el sello discográfico Grabaciones en el Mar celebra su 15 aniversario y que el próximo día 12 de noviembre a las 19:00 horas inaugura una exposición en el Centro de Historia de Zaragoza. Y que hay que ir, claro está, para que sea la inauguración más concurrida de la historia. Y ahí ando, que para asistir a la inauguración no sé si ponerme el vestido de escote barco o el palabra de honor. Pues, oye, el palabra de honor, que enseña más. Lo que van a comerse los gusanos que lo disfruten los humanos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Pecten maximus

Me he dicho «A ver si esta foto no la va a tener Javier». A Kim, que está reguapa, le han puesto de primero una vieira salteada al armañac en su propia concha sobre lecho-bouquet de lechuguitas. A ella se la sirvieron como Common Scallop, a no ser que el restaurante fuera francés, que entonces se llamaría Coquille St-Jacques. En todo caso, Kim acaba de comer lo que latinamente viene siendo, desde que Lineo le diera nombre en 1758, una Pecten maximus.

Arriba, detalle del Pecten maximus que le han puesto de primero a Kim. Detrás, Marlon Brando.