lunes, 21 de septiembre de 2009

Ay, Stephen, qué guapete que eres

Hoy celebramos el cumpleaños de Stephen King. Pues hay que celebrarlo por todo lo alto. Hace muchos años que no leo nada de Stephen King, pero de chaval, oigan, me hizo pasar muchos mejores ratos que Emilio Salgari, Enid Blyton, Juan Ramón Jiménez y su Platero, García Lorca (ay, por el amor de dios, que no lo aguanto), y Edmundo de Amicis (madre de dios, Edmundo de Amicis, con su Corazón y el pequeño vigía lombardo, que era para emprenderla a gorrazos hasta acabar con ellos). Stephen King me enseñó a leer libros así de gordos sin cansarme. Pues anda que no es eso cosa buena. Con esos ojillos miopes y esa quijada no se puede ser mala gente. Que ahora es millonario, carajo, pues me alegro. Que lo sea Paulo Coelho no, que me irrita. Y me irrita por una razón: porque saca de mí todo lo malo, esto es, lo que me queda de creyente que me lleva a desear que un rayo divino le caiga sobre la cabeza cuando esté en su campo de golf sobre su cochecito de golf y lo reviente ¡Plas, catacroco!, reventao. Seamos claros: mi parte creyente me lleva a desear la creación de un ser superior no para que sea el artífice de todo lo creado e increado sino para que le tire un rayo mortal a Paulo Coelho y lo convierta en una lata de comida para perros. Así está la cosa. Económicamente, eso es un derroche. Tanto cartucho para tan poca mecha. Un rayo divino que acabe con todos los catolicorros, neo evangelistas, neo catecumenales y demás no sería un derroche, sería algo muy bonito de ver. Esta noche volveré a rezar deseando todo eso y a ver qué pasa. Si el Altísimo está para todos, pues allá que voy.

12 comentarios:

Arkab dijo...

¿Que a Stephen King le gustan los libros de Carlos Ruiz Zafón? ¿Y qué más da, copón?

Helter dijo...

A mí las que más me han gustao de las que le he leído son Carrie y La zona muerta. Y de esta última la peli estaba muy bien.
¡Felicidades, Estífen!

laMima dijo...

Misery. Yo tengo en lista de espera Misery desde ¡uf! mogollón de tiempo.
Y, hombre, guapete lo que se dice guapete yo no diría eso Harry. Que le hiciera pasar buenos ratos de pequeño vale, pero guapete...

Labegue dijo...

Pues..., joer, yo no he conseguido leerme ninguno. ¿Seré rara? Eso sí, coincido en lo de Paulo, y me quito el sombrero que no llevo con el comentario de Arkab.

Soy rarita, sí. De todo tiene que haber.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, es verdad, Arkab, que he leído al King poniendo a Zafón como lo más grande de la literatura castellana. Que dice que hay que ser romántico para leerlo. Cuando me vuelva romántico me pongo pues.

Harry Sonfór dijo...

¡¡¡Huy, Helter, y El Resplandor!!!

Harry Sonfór dijo...

Pues yo lo veo muy guapete, la Mima.

Harry Sonfór dijo...

Bueno, no, Labegue, no haber leído nada de King no es cosa rara. Pues tiene un cuerto corto de un monete de esos de cuerda que cuando toca los platillos se muere alguien que es un cuento bien salao.

Si tu supieras dijo...

Vaya,igual que Ana yo no he leído nada del señor King,pero le felicito por su cumpleaños igualmente;alguna peli si que he visto y he de reconocer que por culpa de su "IT" ya no puedo ni ver a un payaso sin que me de repelús.De Coello si y la verdad es que acabas un poco cansada de más de lo mismo,la tiña que le tiene usted a Coello se la tengo yo a todos/as esos/as escritores/as sin imaginación que han salido a la vez para hablar de templarios,merovingios y calices sagrados...uffff,lo que al principio fue una lectura curiosa y entretenida se convirtió en un momento en cansino...

Inde dijo...

Ah, pues sería como la escopeta de matar tontos, por la que clamaba siempre un antiguo amigo mío, pero en plan más espectacular. ¿No?

Harry Sonfór dijo...

Algo así, sí, Inde. De por el estilo que se dice.

Harry Sonfór dijo...

Madre la de libros de templarios que se hacen, sí, Si tu supieras. Será que venden mucho. A mí los templarios ni fu ni fa. Más bien fa. Puestos a elegir, me gustan mucho más esos templarios que dicen que besaban el culo a Baphomet que cuando los ponen como salvadores y protectores de la verdad verdadera catolicorra. Con esos últimos me entra el sueño a los cinco minutos.