lunes, 28 de septiembre de 2009

Niño y perro con cabeza borrosa

En la foto vemos a un niño tras una balaustrada que posa con un perro con la cabeza borrosa.
Si quieren, pueden comprar la foto aquí.
Quedaría literaturizable decir que el perro quiso borrar toda huella imperecedera que quedara de su imagen tras la muerte y agitó la cabeza con furia para que sus rasgos se velaran en la placa fotográfica, pero no es verdad. El perro meneó la cabeza y ya está. No era consciente de que le fueran a sacar una foto. Lo sentaron ahí, sobre la balaustrada y meneó la cabeza. A los perros les gusta menear la cabeza, beber agua a lengüetazos haciendo mucho ruido, correr, oler el culo a los otros perros, morder huesos duros entre las últimas muelas con la cabeza ladeada y los ojos muy abiertos, ladrar a los extraños y romper zapatillas. Las fotos se las traen al pairo. Las fotos y casi todo lo demás. Yo de crío tuve una perra negra como el demonio que se me comió una biblia. En concreto, se comió las cubiertas, la cinta marcadora, buena parte del índice, las primeras páginas y el Génesis hasta Caín y Abel y unas cuantas páginas de Los Salmos; del salmo 14 al salmo 78. Conservo esos restos con cariño porque es lo único que me queda de la perra. Eso ocurre en una película sobre cosas satánicas y seguro que a la perra, al meterle el primer mordisco a la biblia, le salen chispas por la boca, se yergue sobre sus patas traseras y se pone a hablar en lenguas extrañas, en gatosiamés, por ejemplo. Pero no pasó nada de eso. Se comió parte de la biblia y se quedó tan pancha.
Tampoco es cierto que el perro de la foto moviera la cabeza para parecerse a un cordero, aunque se asemeje a un cordero. No hay perro que sueñe convertirse en cordero. Los perros sueñan con otros perros, con el tibio olor de la tripa de su madre cuando mamaban, con gatos que corren espantados, con piernas humanas, con grandes tesoros de huesos y ternillas escondidos bajo tierra, con amplias praderas de hierba en la que revolcarse, con pelotas de goma dura y con aspersores automáticos de agua.

13 comentarios:

Javier de la Iglesia dijo...

Supremo, don Harry. "Que bien te lo pasas, tu solito", dice una compañera según entra en la sala y escucha el carcajeo. Natural.

Badil dijo...

Y con un mundo pespunteao de su propio pis.
Ya se que es mucho menos poético, pero hablamos de lo que les gusta a los perros, y eso es lo que le paso a la suya, que confundió demoníaco y amoníaco.

Helter dijo...

¿Sueñan los perros con gatos eléctricos?

laMima dijo...

¡Mira que majo el perrico!como las hijas del hombre este...solo que más claro.

faq dijo...

Hay que preservar la identidad del can. Como en la Casa Blanca

Inde dijo...

Pues sí que se parece a un cordero. Y lo raro es que el niño saliera tan nítido, que anda que no les gusta moverse, ni nada. Salen movidos ahora, como para no hacerlo cuando había que estarse media horica de reloj allí quietos delante de la cámara...

A los perros también les gusta sacar la cabeza por la ventanilla del coche, con la boca bien abierta y la lengua fuera (como a Solchu, ¿eh, Mima?). Pero seguro que ahora está prohibido, como todo.

Harry Sonfór dijo...

me alegra mucho que le haya gustado, Javier. nada, que se apunte la compañera también. Ole ole.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Badil, eso del mundo perpunteao de pis es bien bonito. Este blog sin comentaristas sería un ná.

Harry Sonfór dijo...

Y con gatos hidráulicos, Helter, los perros sueñan con gatos de cualquier tipo en todo momento.

Harry Sonfór dijo...

Ay, Mima, que creo que se refiere a las hijas de Zapatero.

Harry Sonfór dijo...

Lo dicho, que sí, que hay que hablar de las hijas de Zapatero, faq, qué buen documento el que nos trae (ese no lo había visto aún, con cara y todo). Venga, que hoy estoy contento y voy a romper una lanza por las hijas de Zapatero. Yo me he enterado de la cosa de la foto hoy al mediodía y el texto lo colgué anoche, así que ha sido una bonita coincidencia lo de las caras borrosas. Que me gustan las hijas de Zapatero. Que parecen seguidoras de finales de los setenta de Ozzy Osbourne o, directamente, adoradoras de Satán. Para mí que más bien son fans de Pauley Perrete y que les ha fallado el estilismo. Pero vaya, que son muy crías, ya se afinarán y adquirirán gusto en el vestir. Ya les aconsejará la madre, que es bien estilosa. Que es una putada para Zapatero que le salgan las niñas góticas, pues también, que le van a hacer muchos chistes y la cosa no está para chistes, pero bien, si son fans de Pauley Perrete es que no puedo criticarlas, compréndanme. Que es que uno es muy fan de la Perrete. Vaya, todas las fotos que pongo de perretes son por la Perrete, no les digo más.

Harry Sonfór dijo...

Y tan movidos, Inde, esta tarde tenía cuatro vecinitos preciosos pegando patadones a la puerta metálica de la toma de agua de mi puerta. Estaba a punto de tirar salfumán por la ventana de arriba pero de pronto se me ha aparecido usted a modo de aparición mariana y me he acordado de lo que decía en una entrada suya, que ahora a los críos no se les deja hacer nada. Así que me he limitado a mirarlos fijo hasta que han venido las madres, se los han llevao y se han disculpado. Ya está. Mejor así. Pero vamos, que el impulso natural era el salfumán. Lo que demuestra que mirar fijo sin decir ni mu da resultado.

laMIma dijo...

¡Ay Inde!, y lo mal que lo pasaba el pobre cuando pasábamos al lado de Papelera Navarra; si es que ir por allí con la nariz fuera de la ventanilla ha sido (y es) una temeridad.
Ahora no dejan, no. Tienen que ir atrás con red. Los perros. Aunque no pasen al lado de Papelera Navarra. Tontadas.