Circa es una ciudad llena de recuerdos. En ella, en sus calles, en sus casas, en sus bares, en sus restaurantes, miles de personas se han hecho fotos. Miles de personas han viajado hasta allí sólo para hacerse una foto. Se conservan muchas fotos de Circa: tiene calles que parecen londinenses, otras africanas, otras mediterráneas, otras parece que están hechas en la misma selva amazónica. También hay calles como desiertos, otras llenas de gente, calles con rascacielos, otras con grandes fábricas y algunas con pequeñas casas de madera con un dispensador de gasolina antiguo. En Circa se juntan todos los colores de piel, todas las religiones y todas las formas de pensar de mundo. A veces algunas personas van a retratarse a Circa sólo por hacerse la foto, aunque detrás no haya nada más que una pared, o una puerta, o un cuadro viejo. Vienen contentos con sus fotos los que viajan a Circa. La gente de Circa vive bien entre tanta calle cambiente y tanto ir y venir de turistas. La gente de Circa suele sentarse en los porches cuando hace bueno y ven cómo pasa la gente. A veces paran a algún turista y le preguntan «Eh ¿en que año estamos?». No le dan mucha importancia a la fecha exacta, puen en Circa se suele contar por décadas, pero les gusta preguntar.
lunes, 24 de marzo de 2008
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3 comentarios:
Circa está en todo lugar. Circa está en toda civilizacíon. En toda barbarie y en toda destrucción.¡Circa es Dios!
¿Y sus hijos los circos sus enviados?
anda, pues son como todos, que lo que buscan es recordar lo bien que debieron de pasarlo cuando lo pasaban bien aunque en los momentos de pasarlo bien estuvieran ocupados pensando en cómo sería cuando recordaran lo felices que estaban (y así en un espejo reflejado etc.) qué pereza
k mismo
Claro, los de Circa y los que viajan a Circa son gente normal, variopinta pero normal.
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