jueves, 19 de junio de 2008

Si volviera a nacer, sería pastelero

Si volviera a nacer, algo poco probable, me haría pastelero. Un buen pastelero. Quizá el mejor de los pasteleros de todo el barrio de la Salpêtrière. Haría deliciosos pasteles de crema de limón, arándanos, fresas silvestres y menta, tartas de nata fresca con piel de naranja amarga confitada, croissants elaborados con mantequilla de Isigny rellenos de crema vienesa, crujientes pastelitos de chocolate negro y jengibre, caramelos de todas las esencias, galletas de anís y licor, tartaletas de crema de vainilla y almendras, nubes de clara montada con azúcar glasé y canela de Madagascar. Tendría una bonita pastelería y la gente vendría de todo París a comprar mis pasteles. Los pasteles más delicados de todo París. Tendría a varias personas atendiendo a los clientes, que pedirían con la mano levantada «¡A mí, me toca a mí!» y desde el obrador oiría a los chicos gritando «¡Mas croissants!», «¡Dos bandejas de tartaletas de frambuesa!», «¡Ocho tartas de queso con pistacho y diez "mont noir" para llevar!». El obrador sería grande y luminoso y contaría con un experto equipo de pasteleros y aprendices con la cara manchada de harina amasando y amasando durante todo el día. Eso me gustaría, ser el mejor pastelero de todo Salpêtrière. A los clientes buenos, a las buenas personas, les prepararía postres especiales, unos más grandes para los más golosos, otros más delicados para las bonitas damas, otros con los ingredientes más exóticos e impensables para los «conocedores» más atrevidos. A los clientes malos, o a los que no fueran clientes pero bien malas personas, les regalaría también pasteles bien borrachos de licor con unas buenas gotas de veneno. Les ofrecería el pastel, ellos lo tomarían confiados de mis manos, agradecidos, se lo llevarían a la boca y yo, desde el mostrador, vería con satisfacción cómo poco a poco la tez les cambiaba de color, cómo irían sintiendo un dolor cada vez intenso en las entrañas, cómo caerían hacia atrás de un salto y patalearían y gritarían hasta morir con los intestinos reventados y la lengua hinchada y azul saliendo de su boca. Eso me gustaría. Nadie teme a un buen pastelero. Claro está, para no sembrar sospechas, no lo haría todos los días, sólo alguna vez. Una vez a la semana o quizá cada dos. Luego, pasado el tiempo, tendría que cambiar de ciudad, dejar el oficio de pastelero y hacerme, por ejemplo, joyero, nadie teme a un buen joyero. Es un trabajo laborioso pero tranquilo el de joyero. Y, si se lleva el oficio con diligencia, se puede ganar uno muy bien la vida.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

la cuestión, a la hora de ser joyero, estriba en cómo podrá usted librarse de esas malas personas malas, que le estropean a uno la vida y el desayuno.
Acaso el oficio de médico se adaptara mejor a sus necesidades: nadie desconfía jamás de un médico amable y bonachón, al que le gustan los pasteles y las cosas limpias

Arkab dijo...

¡Vaya, qué contrariedad, ahora que iba a votar yo la encuesta de »la primera vez«, van y la cierran!

Farencica dijo...

Ostras qué prosa más golosa tiene usted: mantequilla de Insigny, canela de Madagascar,...

Helter dijo...

Nada, que es un hecho que hay quien sabe escribir sobre especias, y hay quien no...

Trikki dijo...

Oiga, y esos instintos asesinos a mí me suenan de mi señora.

Yo esa pastelería la tengo cerca de casa, oiga que los Domingos vá por turnomatic, sin embargo ella es pastelera, debe ser un caso poco usual, y encima la señora está como un meregue, tal vez ahí radique su éxito. En los buenos merengues que hace digo, y en esos pastelitos tan pequeños y tan caros, cuanto más pequeños más caros. Un día me invitó a su obrador, por un trabajo que debía hacerle, y entendí el por qué eran tan caros. De cada cuatro que hacía, tres iban a la basura, sólo vendía los perfectos.

Badil dijo...

Su generosidad me conmueve. Si debe usted ser alérgico a casi todos esos ingredientes...
Que putadica le hizo Dios,no podía darle todas las perfecciones, ya sabe: belleza, inteligencia, bonhomía..
Como a la serpiente: tú te arrastrarás por los suelos...
y tú serás alérgico a esto y a estotro...

Helter dijo...

Dios aprieta pero no ahoga, que podría habre sido peor. Podría haberle hecho alérgico a Keira Knightley.

Arkab dijo...

Querido Harry, es pero que a la llegada de la presente se encuentre usted bien. Quería decirle que deje usted de pasear por la ribera del Ebro de vez en cuando y que nos cuente algo. Ande, hombre, que ando algo pocho y ya ni la Helter me quiere querer.

Suyo en la pochez,

A.

Harry Sonfór dijo...

Querido Arkab:
espero que al recibo de estas letras se encuentre bien pese a la pochez, que espero le resulte liviana y pasajera. Las razones de por qué me he convertido en un ser humano sin sentimientos, enbrutecido y asocial que no escribe se deben en buena parte al trabajo, la otra parte que queda es por culpa de la depre de los taitantos y que este mes toca hacienda y con las plusvalías y no sé qué más leches me ha salido el año de lo malo lo peor. Pero ojo, en unos días le prometo que volveré al mundo a llenarlo de nuevo de fiesta, alegría, chascarrillos, chiflas y rechiflas.
Bueno, ahora que lo pienso, uno no ha sido nunca especialmente alegre, pero digo yo que se intentará. ¡Madre qué días más malos!
¡Pero volveré, volveré con las pilas cargadas!
Suyo siempre y a los pies de su Pk.

Helter dijo...

Querido Harry:

la presente es para rogarle que aparque por un momento siquiera su asimentalidad, su embrutecimiento y su asociabilidad, sus taitantos, sus plusvalías y demás zarandajas para escribirle una carta a Arkab, que está pocho, que no se deja querer por mí y encima dice que soy yo la que no le quiere querer. Pero no pretendo agobiarle, cuando buenamente pueda, ¿eh?

Suya afectísima,

H.

Trikki dijo...

Querida plusvalía:

¡¡Mamona¡¡

Trikki dijo...

Oiga Harry, que al hilo de esto de la renta, quería yo preguntarle(para cuando pueda responder) si cree que hay una expliación lógica a que muchos nos esperémos al ultimo día o penultimo para presentar cuando hemos tenido dos meses largos.Por qué algunos hacemos unas colas inmensas el ultimo día en el banco si salga lo que salga, es lo mismo el ultimo día que antes.¿Esperámos acaso una luz cegadora que nos ilumine en el ultimo momento?.¿Acaso esperámos que salga hoy el presidente del gobierno y diga "que ya no hace falta que lo presentes por ser el ultimo"?. Bien, dicho esto, voy a ver si la termino que el lunes es el ultimo día.

david dijo...

Más malas noticias... el marciano tatuado no ha conseguido premio en Austria. Ya puede quitar el dibujico. Hubo una última oleada mejicana, pero llegó demasiado tarde. El caso es que quedó tercero en voto popular...

Harry Sonfór dijo...

Cagoenlalay, David, el año que viene será. Dibujo quitado hasta el próximo concurso.