Se acerca inexorablemente la navidad. Los copos de nieve caen sobre los tejados, brillan las luces de colores en las calles, en los edificios y en el interior de los hogares. Los peatones se desean mutuamente paz y amor y las enfermeras del hospital Gardfiel de Washington, D.C. erigen, como cada año, un árbol en honor al mismísimo Satán.
«Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn!»
viernes, 4 de diciembre de 2009
Satan tree
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Los desayunos de Cambio Radical
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17 comentarios:
Vaya foto..si ya me daba miedo la navidad, con esta foto tendré pesadillas, y ya cuando oiga"enfermera" no se me representará en la cara la señorita con el índice en la boca mandnado callar, sino esta tropa de los otros invocando al pulpo.
Ahora empiezo a entender su foto de perfil, y que sea usté tan"profundo"...
Don Hary, don Harry, que Helter le ha dedicao seguro el video del final!!!ay cuánta conexión(no hay enfermeras, le aviso).
Gracias en nombre de la cumpleañera persona que enarbola su cartela de hoy, Harry. Eso me recuerda que debo hacer algo...
Esa foto tiene olor acre... "N'gai, n'gha'ghaa, y'hah... Yog-Sothoth"
No, no, anagadner, que el que sale en mi perfil es una rheobatrachus silus. La puede ver aquí. Mire qué bonica:
http://cambiorad.blogspot.com/2008/02/la-rheobatrachus-silus-y-el-acto-de.html
Y claro, conexión toda, esto es como ir tol día de LSD pero sin LSD.
Espero que no se le haya pasao, Javier...
Ya le digo, David. Hasta en lo alto tiene un avioncito que según se mire parece una cruz boca abajo...
¡Qué bonita la Navidad! Este post me ha hecho recordar que la película "Dagon" fue rodada muy cerquita de mi hogar dulce hogar, en Combarro (Pontevedra). Al final resultará que l@s galleg@s somos, verdaderamente, descendientes de las razas primigenias que vinieron del mar. Eso sí, le aseguro que en mi casa no erigimos árboles navideños en honor de Cthulhus, Satanes ni Mefistófeles. Al máximo nos echamos al bolsillo un puñado de dientes de ajo contra las "malas olladas". Y de paso, unos cuantos mazapanes y polvorones para el camino por si hay que despistar a la Santa Compaña.
Pues me acaba de aportar un dato que no conocía, A princesa, que los gallegos son anfibios. ¿Todos?
Don Harry, si ve esto duplicao, no lo publique, que estoy turbia.
Le decía(creo)que me ha gustado mucho la historia de la ranica que escupe ranicas.Usté cuando habla o postea¿son harrysonforitos lo que sale por su boca y/o dedos?¿sus post son como las niñas de sus ojos?¿es usted gallego?
Pues no, los hay que son reptiles, otros que tienen pinta de ave pero que les pasa lo que a las gallinas: a la que se ponen a aletear, se caen al suelo. Y luego están los híbridos y los animales raros, de los que no se sabe si son carne o pescado, con un aire vegetal pero una naturaleza animal... vamos, el caos de la taxonomía! Como para fiarse, vamos...
Oiga, don Harry, que la güiskypedia me da la razón y me dice personalmente que cthulhu tenía unos adoradores mitá hombres mitá batracios.Ahora bien, no se si serían rehobatracius silus o ranicas de toda la vida, de las de los renacuajos o cabezones.Entonces, no, claro, nada que ver
¿Quiere que le responda a la última pregunta en gallego, anagadner?
Pues que no conocía esa película, A princesa, pero que he rebuscado y veo que el primer trabajo que hizo su director fue algún capítulo para la serie de... ¡La mujer Maravilla!, de la que soy ultrafan. Ay, qué serie más buena, con Lynda Carter ahí de protagonista. Hace no mucho la echaban en la tele, de madrugada, y me vi un puñao.
Ay, pobres rheobatrachus silus, que ya no quedan, Anagadner, que me da mucha pena. Mire de nuevo la foto, mire qué neonato más majo. Ay, pobres.
Ays don Harry, después de la descripción de A princesa,no, no me conteste...
Oiga, conexión lsd..a mi me pusieron la conexión adsl¿o era alsd?Ay que flipo...
Yo creo que esto lo he contao más de una vez, pero es que se me quedó en las meninges y no puedo evitar contarla again:
hace unos años, que operaron a mi madre por estas fechas de una rodilla en la sección de Traumatología del Miguel Servet, a las enfermeras de la planta no se les ocurrió nada menos que disfrazar de papá noel a uno de esos esqueletos que tienen los médicos en las consultas, de los que se supone que sirven para estudiar anatomía y que parece que están colgados de un palo.
Pues imagínense al tal vestido de papá noel junto a la puerta de la planta, con su saco y todo, las cuencas de los ojos vacías y la calavera bajo el gorro rojo con pompón, con su sonrisa llena de dientes.
Si a mí me daba impresión cada vez que entraba, y a mi madre sólo la habían operado de una rodilla, imagínense ustedes al que tuviera ingresado un pariente grave...
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