Me gusta mucho la teoría de la Tierra de cinco minutos de Bertrand Russell, pero me deja intranquilo, me desasosiega, no saber cuántos cinco minutos hace que se creó. Me quedo quieto y dejo que pasen cinco minutos.
Venga. Cinco minutos.
Cinco minutos no es nada.
Va.
Hecho.
Ahora ya no sé si esto que escribí lo escribí hace cinco minutos o es un recuerdo falso, injertado, en el cual me veo escribiendo el enunciado anterior. Visto así, la tierra se creó en el mismo instante en que me paraba cinco minutos y un demiurgo muy raro decidió crearme con el recuerdo falso de que había escrito el enunciado anterior, además de otros muchos, pero también el recuerdo de que había escrito el enunciado anterior. Qué cabrón. Qué ganas de dar mal. Me podía haber creado con un recuerdo falso de una fiesta en el avión DC-9 pintado de negro de Hugh Hefner sobrevolando los edificios de Brasilia y bailando la conga de Jalisco con muchas señoritas, pero no. Me crea hace cinco minutos delante de la pantalla del ordenador con cara de tontolino haciendo una entrada sobre la Tierra de cinco minutos. Qué demiurgo más rancio. Pero rancio rancio.
domingo, 21 de marzo de 2010
La Tierra de cinco minutos
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5 comentarios:
Harry, que sigo todo fatal de los fatales. Que acabo de escuchar cómo sigue la canción de sanitas de la bien querida y ni los de camela la terminan peor. Pero eso no es todo, que en el vídeo de Bigott sale su majestad el Juancar justico en el momento 1:37, ahí al teléfono, que se me nos está volviendo monárquico el Bigott. Que se me nos está traicionando al personal, oiga.
Jodo, Arkab, es que se pone muy fiestera la canción de Sanitas. Madre qué fiestón, ahí con la farfisa y el chunda chunda. Bó, qué fiestón. Espere que traigo los ositos Haribo.
Ondia, que sí que parece Juancar pero no es Juancar. ¿Pero le ha gustao el tema o no?
Si le vale, le hago una fotografía con sus manos en la cintura de una botella de Konga, sobre fondo negro y Adamo.
A ver que dice del demiurgo la semana que viene cuando , en un alarde de generosidad,en vez de cinco minutos le injerte cinco días de tamborradas.
¿A que es pa crucificalos?.
Cuando yo hice la mili, había uno de mi reemplazo que trabajaba de eso que dice usté, maese Harry, de Demiurgo (en la vida civil, claro está. Le guardaban el puesto para cuando volviera por cosa del convenio).
Oiga... Y sí que era rancio, sí.
Uséase, que debe ser cosa de los demiurgos en general. A lo mejor es que los elijen así. O a lo mejor es que el trabajo ése que tienen termina ranciándolos.
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