Es mediodía y vuelvo a casa de mi madre. Tengo prisa y hambre así que voy decidiendo el camino más corto sobre la marcha. Torrero se ha vuelto más monte que nunca. Todo está cuesta arriba y, por más que atajo, aparezco en callejas sin salida llenas de tiestos con geranios y claveles reventones. (Siga leyendo en el blog de Badil).
lunes, 1 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Muchas gracias Don Harry, no esperaba yo llamar su atención con un sueño tan modesto.
Pues así está la cosa, Badil. A mí me ha gustado mucho pero mucho.
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