Hace aproximadamente medio siglo se comercializó en Estados Unidos con gran éxito el «vitalizer», un aparato fraudulento, supuestamente revitalizador, consistente en una linterna eléctrica unida a una varilla de metal por un cable. Esta varilla se introducía por el ano del usuario, encendiéndose a la vez la linterna. De este modo, una corriente eléctrica recorría todo el cuerpo, llevando (según los estafadores que lo lanzaron al mercado) la juventud y la revitalizada fuerza al cuerpo de quien siguiera este sencillo procedimiento.
De El libro de los hechos insólitos de Gregorio Doval, Alianza Editorial, Madrid, 2005.
martes, 19 de octubre de 2010
¡Vitalizer!
Etiquetas:
Los desayunos de Cambio Radical
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
Éstos estafadores obviamente usaban el truco de "a ver quien tiene narices de ir a correos y reclamar la devolución"
¡Montserrat Caballé!
Tojunto
Si es el aniversario de Divine, qué menos que una entrada así, si, si, le va pintiparada
Mire por dónde, pues ya tengo regalo navideño para mis ilustres colegas de trabajo. El Vitalizer me hará ser la más popular del cotarro, ¡gracias, señor Harry, siempre velando por la iluminación intelectual del ser humano!
sera la iluminacion intelectual del ser ummmm...ano
Le voy a mandar uno a la Merkel... Es mejor que mandarla a ella a la mierda...
¡La linterna pajica!
O "Ecipse", en un momento dao.
Eclípse, cohones
Claro, claro, es que la iluminación es importante, y el ser un ano, todavía más.
A la Merkel no se lo mande usted, dvd, que ya ha dicho en una rueda de prensa que lo ha probado y nada, que no funciona, y que a partir de ahora el seguro ya no lo pasa. Una pena.
¿Y se ponían los pelos de punta? ¿Y las uñas moradas?
Buenoooo, como se entere la Pajín, lo adopta en lugar de sus pulseras milagrosas de colores. Iba a hacer un chiste sobre el apellido Pajín, pero mejor me callo que está la chica algo sensible últimamente.
Publicar un comentario