martes, 23 de marzo de 2010

Con remates, los pasteles y la hiedra

Los remates permiten una mayor individualización, una mejor distinción entre letras y son de gran ayuda para el lector novel. Gerrit Noordzij ya se fijó en este aspecto y se preguntó si era correcto enseñar a leer a los niños con letras sin remates. No existe por ahora una respuesta convincente a esta pregunta, porque de nuevo faltan investigaciones en este sentido.
Ya hemos apuntado que las sin remates son aceptadas internacionalmente como el tipo de letra por excelencia para señales de tráfico. ¿Podemos decir entonces que van totalmente errados los ingleses en sus aeropuertos, al igual que los franceses en sus autopistas al persistir en el uso de letras con remates?

Gerard Unger ¿Qué ocurre mientras lees? Tipografía y legibilidad, Campgràfic, Valencia, 2009.

El recuerdo más vivo que tengo de cuando cruzaba de niño en el coche de mi padre la frontera francesa para comprar jabón, chocolate en polvo, grandes botellones de refrescos, pasta y otros productos de alimentación son los carteles indicadores de las carreteras. Me gustaban mucho esas señales de carretera francesas escritas con tipografía con remates, en caja alta y baja. Cuando leía el nombre de un pueblo, me parecía que pertenecía a un lugar más educado, más culto, más silencioso, mucho más elegante que los que veía en caja alta y letra de palo al cruzar de nuevo la frontera. Así, también, por rarezas de la memoria sinestésica, relaciono la letra con remates con la hiedra, con las carreteras que cruzan los bosques, con el olor del eucaliptus, con lo dulce y con lo íntimo. Así, un pastel de masa quebrada con arándanos es mucho más pastel de masa quebrada con arándanos escrito en letra con remates. Es más amable, más tierno, más aromático. En letra de palo, un pastel de masa quebrada con arándanos apetece más bien poco, no sé a ustedes.

8 comentarios:

Badil dijo...

Solo les faltaba a los stops españoles ser más amables y tiernos.
De ponerles remates, tendrían que ser a la entrada de la carretera, de cemento y no abatibles.
Siempre que estemos hablando de que las señales sean para hacerles caso, que si es para hacer bonito que les pongan lentejuelas.

Arkab dijo...

Yo diría aún más, Harry, en letra con remates el consumo de arándanos rojos es mucho más beneficioso contra la cistitis recurrente que con letra de palo, dónde va a parar. Nueve de cada diez médicos génitourinarios aconsejan arándanos rojos en letra con remates.

Spanique dijo...

Pues ya se puede imaginar, a mí evocar, poco, para mí es las carreteras francesas, las calles francesas y las obras francesas son.... lo cotidiano, pero mi opinión no vale ;-))))

Harry Sonfór dijo...

Claro, para hacerles caso, Badil, pero es que al final se leen mejor cuando tienen remates.

Claro que sí, Arkab, la letra con remates entra. Las de palo... fú.

Bueno, sí, Spanique, todo el día viendo señales de letras con remates y la cosa pierde charme, pero usted ya me entiende...

Anónimo dijo...

venga, ahora voy yo:
¿qué es un remate?

Yo pienso en remaches, me imagino un grueso brazo con un martillo dándoles a las letras por arriba y por los lados, doblándoles las puntas. No es doloroso, pero sí metálico, así que no huelo los arándanos ni la masa... snif.

Helter dijo...

A las letras hay que rematarlas de pequeñas, que después cuando crecen ya no se dejan las puñeteras.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, es verdad, que el san Pancracio tiene que llevar las cervicales al jerez. ¿Es perejil Gigante d'Italia? ¿Ha probao el apio de hoja, que se plantan unas semillas aquí y acullá y sale con mucha alegría y luego le vale para un todo?

inde dijo...

A mí, lo que no me gusta de los remates es que los llamen "serif". Letras "con serif" y "sans serif". Que agarro y, paf, me imagino al de Nottingham. Ya sé que eso es un "sheriff", pero y qué.