lunes, 27 de diciembre de 2010

Caruso, tocando


Enrico Caruso, que empezó a cantar en Estados Unidos en 1903, fue probablemente la mayor celebridad cultural de la época; cuando fue detenido por manosear a la mujer de un jugador de béisbol en la casa de los monos del Central Park, la noticia apareció en las portadas de los periódicos de todo el país.


Alex Ross, El ruido eterno, Seix Barral, Barcelona, 2009, p. 46.

El ruido eterno no es el Hollywood Babilonia de Kenneth Anger de la música del siglo XX, pero en él también se puede encontrar algún cotilleo jugoso. Cuando Ross se pone a hablar de escalas musicales de tonos enteros y de tritonos, me pierdo, claro.

En la foto, Enrico Caruso tocándose a si mismo.

3 comentarios:

Fanny Riffel dijo...

Me quedé helada,sabía que a Caruso le gustaba el beisbol,pero no sabía de la mujer del jugador.Busqué mas información pero no encontré nada...

Gloria dijo...

Kenneth Anger tiene más cuento que Calleja, pero como los de "La Noria" sabe que es lo que vende...

Harry Sonfór dijo...

Yo también busqué, Fanny Riffel, y nada, por internet no encuentro más datos sobre el Caruso sobón...

Pero no me negará, Gloria, que Anger es un tipo encantador... que cuenta los chismes con más gracia que nadie...