viernes, 2 de enero de 2009

Sobre la faringe humana

A medida que la utilización de mayores y más precisos repertorios de sonidos dotados de significado comenzaba a incrementar el éxito reproductor, la parte de las vías respiratorias de nuestros antepasados denominada faringe se volvió singularmente flexible y alargada. En todos los demás mamíferos la faringe es pequeña, porque la laringe (o tráquea superior) se sitúa cerca de la base del cráneo, conduce directamente a la parte posterior de la cavidad nasal y permanece aislada de la boca durante la respiración. A causa del tamaño de la faringe de los humanos, los conductos de la comida y del aire se entrecruzan, con la extraña consecuencia de que, como señaló Charles Darwin, «cada partícula de comida o de bebida que tragamos tiene que pasar por el orificio de la tráquea, con cierto riesgo de que caiga a los pulmones». En realidad, «tragar por el lado malo», que puede ser mortal para nosotros pero que es imposible para los demás mamíferos, es el precio que pagamos por poseer gargantas profundas. Sin embargo, como ya se ha indicado anteriormente, los beneficios de esta disposición superan los peligros, por cuanto poseer una faringe alargada nos permite formar los sonidos vocálicos i, e y o, que son componentes esenciales de todas las lenguas humanas.
Marvin Harris, Nuestra Especie, Alianza Editorial, Madrid, 1994.

En la foto: miembros de la Improved Order of Red Men en 1905, organización fraternal formada en Baltimore, Maryland, en el año 1834. Se vestían como los indios americanos, se ponían pelucas de indio americano y organizaban rituales al estilo de los indios americanos. Algunos de los miembros, con bigote. La imagen pertenece a una postal, que pueden comprar aquí por 24 dólares.

2 comentarios:

El Ente Dilucidado dijo...

Coñe, maese Harry, porque usté dice que son la Improved Order of Red Men en 1905 (y yo sé que usté no miente nunca).
Pero yo, así de pronto, hubiera jurado que eran los Grateful Dead en 1969 o 1970.

Vamos... Clavadicos...

Pa' que luego digan. Si es que está todo inventado.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, que sí, que servidor ha pensado lo mismo, que en aquella época les daba por salir a los músicos con ese aspecto medio jipi medio indio. Hay uno clavadico a Frank Zappa incluso.