Sip-sap, sip-sap, sip-sap. La gente camina de un modo en la calle y de otro en su casa. Es por eso que los actores de las películas nos parecen tan joviales y tan llenos de vida, porque caminan por la calle con paso firme y luego llegan a su casa y no deslizan los pies haciendo sip-sap, sip-sap, sip-sap. Caminan igual, a grandes zancadas, comiéndose en dos pasos el pasillo que lleva a la cocina y de la cocina al cuarto de estar. Hay personas mayores que sacan a la calle sus pasos de andar por casa. También a veces he visto a jóvenes, cuando van acompañados de su familia, que caminan por la calle como si fueran por casa; parece que no les ha dado tiempo a quitarse las zapatillas. Deslizan las piernas cansados, como si por despegar los pies del asfalto se les fueran a salir las babuchas de su sitio. Luego, tras despedirse de la familia, giran la esquina de la calle y caminan como los actores de las películas, a grandes zancadas, firmes.
viernes, 8 de mayo de 2009
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2 comentarios:
Nunca me había fijado, lo haré a partir de ahora.
buenos días
Harry ¿Desde cuándo sigue usted a mi hijo?.
Otra cosa.Haga correr por ahí que uno de los secretos de que la bechamel no haga grumos es que la leche esté fría. Dicen.
Es que algo me dice que en la entrada que haga usted mañana va a salir una bechamel y va a estar el patio abarrotao de gente.Ya verá.
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