Si quieren quedar modernos de cojones, están de suerte: tomen el libro La Cantatrice chauve sobre la obra de Eugène Ionesco que hizo Robert Massin con fotografías lit de Henry Cohen para la editorial Gallimard en 1964 y fusílenla. Con un poco de suerte, ni sus editores, ni sus críticos, ni sus compradores conozcan ese libro y ustedes pasarán por modernos de cojones. Si los pillan en un renuncio, digan que su obra era un homenaje o una adaptación libre de esa publicación, que han intentando enriquecer con la ayuda de las nuevas tecnologías o con la nueva visión del mundo que tiene el ser humano del siglo XXI pero respetando, eso sí, la creación original de Massin. Los querrán aún más, igual no saben bien de qué hablan, pero los querrán más.
Abajo, artes finales con indicaciones para fotomecánica de Massin, para la obra La Cantatrice chauve.
Ahora, con ordenador, cuesta un ná.
viernes, 19 de junio de 2009
Massin
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6 comentarios:
Hasta que he sabido de usted Harry yo estaba convencido de que los libros mas raros del mundo los tenia mi padre pero usted le supera con creces.
Y mi padre los tiene raros de cojones ¿eh? lo que pasa es que es un poco monográfico con la españa musulmana.
No, no, miguelgato, que no tengo el libro, que he cogido las fotos del inerné.
Ya me gustaría ser moderna de cojones, pero que dónde compro unos (dos concretamente).
Oiga, esto es demasiado sofisticado; que hoy para ser moderno de cojones basta con enseñar a los de Callejeros o similares un cuarto de baño mugriento con la bañera llena de cachivaches, y a la pregunta de "¿y ud. cómo se ducha?", responder: "con el barreño".
Pues no le puedo informar, Badil, que no lo sé, pero le remito a la nueva entrada, que no habla de eso exactamente pero está cerca (vale bien, es un chiste fácil, pero es que me lo ha puesto a huevo. ¡Hala! otro chiste más. Qué no parar).
Calle, calle, que servidor es fan de Comando actualidad. También me gusta mucho ver a ese muchacho que sale recorriendo cocinas de restaurantes y que tras probar el plato hace así con la mano. Ese gesto se ha vuelto universal, lo de hacer así con la mano en las cocinas. Ahora lo hacen todos además de él, los cocineros, los camareros, los ayudantes de cocina... y resulta muy salao que en la tele aragonesa también hay un espacio similar, donde un periodista va a las cocinas de los restaurantes aragoneses. Lo gordo es que los cocineros también hacen así con la mano y se crea una tensión...
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