Innumerables iglesias alegan poseer el santo prepucio o bien un sagrado pedazo del mismo. Uno de los muchos lugares que afirmaron tenerlo fue la corte de Carlomagno, donde el grotesco elemento se guardaba en un relicario de la Circuncisión en forma de monedero que inspiró un popular complemento de moda. Santa Inés de Blannbekin sostenía que al tomar la comunión se veía engullendo el santo prepucio. Aunque Catalina de Siena no fue tan lejos, insistió en que el anillo que llevaba era una forma metamorfoseada del sagrado prepucio. David M. Friedman escribe en su historia cultural del pene A mind of his Own: «esta profusión de santos prepucios, todos los cuales alcanzaban altos precios en el boom del mercado de reliquias, condujo a la aparición de especialistas y a la invención de procedimientos concretos para determinar la autenticidad de los especímenes». Añade, con una elegante cursiva: «El más habitual de estos procedimientos era un examen del sabor».
Michael Sims, El ombligo de Adán, Ares y Mares, Barcelona, 2004.
Si están interesados ustedes en el prepucio de Cristo, basta con hacer una búsqueda con Google, que encontrarán mucho material. Santa Inés de Blannbekin chupeteando prepucios como si fueran triskys o Catalina de Siena mostrando orgullosa el anillo hecho con pellejete que Cristo le entregó en la boda son historias recurrentes y bien divertidas. Que dicen que la santa sede te excomulga si hablas del anteriormente venerado santo prepucio. Badil, que como nos vamos a ver este lunes, recuérmeme que hablemos del santo prepucio, a ver si así.
viernes, 2 de octubre de 2009
Santos prepucios
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Los desayunos de Cambio Radical
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4 comentarios:
Pues no se por qué no va a haber varios. Digo yo que Dios con su hijo sería generoso.
Me documentaré, aunque ya le digo que me gusta el que asciende a los cielos.
Taytantos años católica e ignorante de estas cosas. Estoy por apuntarme otra vez.
Hoy si que me ha puesto bien la etiqueta, por cierto ¿hablaremos de esto antes, durante o después de la cena?. Longaniza es lo propio.
¿Un anillo de pellejillo?, ¡caramba con la Catalina de Siena esa!. Y luego dicen que la juventú de ahora no se corta con nada...quita, quita.
O calamares a la romana, Badil, que también pega.
Es el anillo que le ofreció Cristo a la santa como ofrenda matrimonial, laMima. Porque era Cristo, que eso se lo hace un mortal de necesidad y anula la boda.
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