martes, 17 de noviembre de 2009

Guiso de ternera con patatas y guisantes

En la foto, Daniel Viscain con David Bowie en el vagón-restaurante del ferrocarril británico (Circa, 1973). Donde se demuestra que los músicos de pop-rock y los propietarios de sellos discográficos también comen ternera guisada con patatas y guisantes. Y su pan con mantequilla. Ya no se venden americanas así. Digo yo que te pones una americana así y de pronto te encuentras más contento. Ahí con sus brillos y sus reflejos. Son americanas alegres. Ojo, que estas americanas de la foto no se pueden meter en la lavadora, pero tampoco conviene meter una americana de ahora en la lavadora. La culpa de todo la tienen los forros y las entretelas, que encogen como les viene en gana. Estamos en el año 2009 y aún no se ha inventado una tela de forro que encoja igual y de la misma manera que el tejido de lana fría o el paño inglés. Solución: llevarla a la tintorería, que es ese extraño local que huele igual en cualquier lugar del mundo. Entras en una tintorería y te sientes como en casa, en el caso de que tu casa huela como una tintorería.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no es sólo que el forro no se decida a seguir el natural encogerse de la lana, sino que se altera el ser mismo de la americana, se malogra el corte, se pierde la forma, la caída, ese "sentar bien" que es imprescindible en toda americana que se precie.

De todas formas, si me lo permite, y sin querer faltar al señor David Bowie por el que siento debilidad, yo me quedo con la ternera. ¡Cuánto echo de menos un buen guiso, una fabada de abuela, o un asado con patatitas! Todos ellos son lujos que, por desgracia, no me puedo permitir en Alemania, y no por falta de liquidez, señor Sonfór, sino porque con Würstel y Kartoffelnsalat no hay manera de que salga un jamoncito al horno como Natura manda.

Harry Sonfór dijo...

Bueno, A princesa no xardín, no podrá hacer una fabada de la abuela, pero sí que podrá preparar una Kartoffelnsalat con Würstel cortada en trozos gordos de las de verdad, no como esas Kartoffelnsalat de mentira que se hacen aquí.
¿Y allá en Alemania tampoco han inventado aún la tela de forro que encoge del mismo modo que el paño?

Anónimo dijo...

¿Cómo, pretende usted privar a los nobles alemanes de las pintas que les han hecho famosos en medio mundo? Viva la ropa que destiñe, los estampados multicolor, y por supuesto, el forro que no encoge, la americana milenaria (como la de mi señor jefe, que sólo la saca a pasear en los grandes eventos), y los zapatos de caballero que hacen ruido de tacón de aguja.

Y créame que tanta carne de cerdo embutida cansa un poquito... ¿o será sólo sana morriña del potaje y del toma pan y moja?

Harry Sonfór dijo...

¿Que los señores alemanes llevan zapatos cuyos tacones suenan a tacones de aguja, A princesa? Nunca me lo hubiera imaginado. Ahora siempre que vea películas alemanas me quedaré quieto con los oídos abiertos intentando escuchar esos taconeos.

anagadner dijo...

¿los señores alemanes son como lux interior, con tacones de aguja???me he quedado de perfil...

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, no quiero contribuir a crear nuevas leyendas urbanas. Puntualizo: los señores alemanes no suelen llevar zapatos de aguja en público (quizás lo hagan en privado, pero no he tenido oportunidad de compartir intimidades de este tipo con los teutones). Pero las botas, mocasines y demás calzado que suelen ponerse sí que promueven el taconeo, amplifican la cadencia del andar, y anuncian con gran antelación la proximidad del señor alemán de turno.

A pesar de esta peculiaridad, les puedo asegurar que muchos alemanes jóvenes gustan de llevar deportivas. Las alemanas son más de tacón. Aguja, poca.

Ya me imagino un desfile de señores alemanes vestidos de vinilo con taconazo de acero paseándose por la biblioteca del departamento ... ¡ay, Lux Interior, no se lo tengas en cuenta!

Harry Sonfór dijo...

¿Paseándose por la biblioteca del departamento con tacones? ¿Y el parqué? ¿Ha visto lo malos que son los tacones para el parqué?