miércoles, 7 de julio de 2010

insomnio

Ayer sufrí de insomnio. Hacía tiempo que no sufría de insomnio, aunque los insomnes somos como los alcohólicos rehabilitados, que aunque durmamos, siempre sabemos que podemos recaer, y como lo sabemos, recaemos. Un insomne es insomne de por vida, aunque duerma (los insomnes, no le engañen, duermen, pero suelen dormir raro, que no le digan que no duermen, que duermen, pero de forma rara). Es, además de una alteración del sueño, una actitud. Anoche desperté de un sueño muy malo. Miré el despertador y marcaba que había dormido hora y media, como mucho. Los insomnes no sabemos muy bien si despertamos por culpa de una pesadilla o si es la insomnia la que nos lleva a pesadillear para despertarnos pronto, antes de tiempo, cuanto antes. Algo pasa en ese momento, en ese despertar, que nos dice que estamos vivos. Algo nos pasa a los insomnes cuando despertamos, que nos dice «eh, mira ahí, mira esa luz, mira ese brillo, mira ese cielo, escucha ese pájaro, escucha ese otro pájaro, huele la tierra, huele la humedad, mira esto, mira lo otro; si ahora durmieras, te perderías todo esto», pero está ese otro lado más carnuz que nos pide dormir, descansar. Esa lucha, entre el yo sensitivo y el yo carnuz, es la que impide volver a caer en el sueño. Gana primero el yo sensitivo y poco a poco va venciendo el yo carnuz, pero fuera de hora, cuando no hay vuelta atrás. Ayer soñé que me quedaba sin casa y que tenía que hacer una mudanza rápida. Aparecía mi familia (ojo, no avisé que era una pesadilla), me encontraba con ellos en salas de aeropuertos, en estaciones, y me informaban de los bultos que cabían en un coche. Algo se intuía de fin del mundo en todo eso. Dentro de la escena, aparecían varios cuñados que no conocía pero que estaban prestos a cargar bultos. Esa sensación nómada me amargaba mucho y desperté con la preocupación de pensar cómo podía plegar el ordenador para que cupiera en un hatillo. Recuerdo (reinterpreto) que pensé mucho, con todas mis fuerzas, la manera de plegar el ordenador, durante largo rato, para que cupiera en un pequeño espacio del maletero de un coche que había en medio de una enorme sala de espera con filas corridas de asientos de plástico. Como no encontré solución, desperté angustiado. Como el despertar no fue del todo bueno (la idea de un bicho peludo con grandes calvas por todo el cuerpo, de largos brazos agarrados como por ventosas al lado oculto de la puerta del dormitorio que respiraba fuerte en espera de no se sabe qué) me levanté. Se inicia un nuevo día. Vamos allá. Un café, bien. Vamos con el café.

17 comentarios:

laMima dijo...

Cuando me da por ser insomne (con demasiada frecuencia últimamente) mi problema no es que me despierte un mal sueño (que anda que no suena rarote el suyo), la pesadilla es abrir los ojos, el batiburrillo ese de cabeza que se organiza cuando está oscuro.
Espero que le haya sentado bien el café don Harry, y que le sienten bien los que se tenga que tomar a lo largo del día.
Esta noche dormirá mejor, piense que sí.

Anónimo dijo...

También yo llevo unos días durmiendo poco y mal, y no es por el calor, sino por los miedos primigenios. Hace un par de noches me atacó un saltamontes. Vale, no me atacó con una navaja sino que saltó sobre mi cabeza, o mi pecho, no recuerdo, pero no me negarán ustedes que no es agradable que a uno le salte en la oscuridad un bicho de 10 cm, sobre todo si a uno le dan miedo los bichos, los bichos en la propia casa, no en el campo.
Tras los gritos (míos, no del saltamontes, que no sé si gritaría, pero al que desde luego no oí) y almohadanazos, intentando adivinar qué había pasado, qué animal yacía conmigo (primero, antes de los almohadonazos, pensé que era un pájaro enfermo, que volaba por el techo de la habitación y que había caído sobre mi) decidí que algo tenía que hacer, ya que quería dormir en mi cama (un sofá de dos plazas no es mejor sitio que una bañera, pero eso es otra, la bañera, si no tiene agua, la ocupan las cucarachas, enormes y temidas también).
Mientras corría a por la escoba para convencer a extraño inquilino de que saliera por el balcón, Mishima se encargó del asunto, con elegancia y eficacia. A ver qué hombre me soluciona el problema en 15 segundos, pensé. Aunque ya no dormí.
La cosa es que quizá el hombre de la casa me hubiera enseñado al bicho y lo hubiera tirado a la basura envuelto en papel de water, pero Mishima... diré que no quedaba ya cuerpo por la mañana, que sólo encontré un trozo de un ala y una pata trasera. Así que el no-cuerpo me sigue inquietando, y sueño que vuelve, sin ala ni pata trasera, así que sigo sin dormir.

miguelgato dijo...

Mujer, Lady, imagínese volver usté con la escoba y encontrar al hipotético hombre de la casa comiéndose vivo al saltamontes.
Yo creo que es mejor tirarlo al water ¿no?, al gato lo que es del gato (porque intuyo que Mishima es un gato).

Don Harry a mi lo que me pasa es que estoy en el alto el pirineo y sueño que la nieve ardía y por soñar lo imposible va y sueño que a usté le gusta la jota, fijese que sueño mas raro.

Mis adarmes dijo...

¡Demasiadas ciruelas por la noche!

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo con casi to Sr. Sonfor, me ha encantado este post y creo que va a darle mucho juego.
Yo también pertenezco a este grupo del "insomne" con bastante frecuencia, y de pequeña pensaba que era como que durmiendo "te morias un poco", ahora ya pienso en lo que me pierdo del mundo cuando duermo...
Eso sí, en que entran los "cuñaus" en el sueño, ..., yo me las piro.
Si sigue así pruebe con extracto de amapola (en herboristerías), mano de santo, excepto que este pensando en concebir ..., que está totalmente contraindicado.
Saludos cordiales,

Anónimo dijo...

Vaya, pues me sumo a la horda de malos durmientes (o fantásticos insomnes). Será porque en Alemania hace un calor como para freír huevos en las aceras… esta noche he soñado que estaba en una casa que no era la mía, iba al baño (los baños, los retretes y las duchas son elementos recurrentes en mis incursiones oníricas), y no sólo la taza se parecía a un bidé y estaba sin instalar, sino que había una señora anciana en silla de ruedas dentro del baño porque a alguien se le había olvidado recogerla… ¿es o no es un sueño extraño?

Aunque soñar con doblar ordenadores y tener que mudarse de casa debe de ser algo realmente angustioso. Y enfrentarse con bichos reales que se cuelan en el dormitorio sin avisar, casi peor. ¡Ay! ¿Por qué no soñaremos con ciruelos?

Anónimo dijo...

Intuye usté bien miguelgato (se ve que entiende).
A ver si lo de la jota va a ser un sueño premonitorio de esos... yo preparo la estaca, por si las moscas.

miguelgato dijo...

Oiga, que yo hace muchos años que no tengo animales por casa (sin contar a mis niños) pero hay una cosa que echo de menos y es cuando me pongo a desmontar algún electrodoméstico pequeño y se me caen tornillicos o piecicas pequeñas al suelo y no las encuentro con las consiguientes blasfemias.
Cuando tenía gatos (tuve varios) esto no pasaba porque verme hacer eso les fascinaba y allí donde iba el tornillico o la piecica llegaba antes el gato. La cosa tenía también una pega y es que estaban tol rato dando tormento, mordiendo el destornillador, arañando to lo que se movía y cosas por el estilo.

david dijo...

El bicho del final de su sueño va a ser el pulpo Paul ya de mayor

Harry Sonfór dijo...

Ojo al dato, que si le hubiera dicho yo a Miguelgato que «se ve que entiende» se hubiera enfadao, pero como se lo ha dicho Lady no hay problema. Es importante el interlocutor.
Nada, ya vuelvo a dormir bien, a horas raras, pero más que bien. El sueño de la anciana en el báter también es raro, sí, A princesa, un sueño bien curioso.
Y que no, mis adarmes, que aún no he probado las ciruelas. El otro día cayó una, pero le tengo ahí en la cocina en espera de que madure un poco. Poco le falta. A ver.
Pues mire, laMima, quecon eso del café me han entrado ganas de prepararme uno. (Si luego pasa lo que pasa, que teniendo la Nespresso cuesta tan poco hacerse uno un café que a servidor se le va la mano. No hay cosa más grande que la Nespresso). Mishima no tiene sentimientos, con lo buena gente que son los saltamontes. Los que los comen dicen que tienen un crujir muy agradable y que el abdomen sabe a harina tostada. Un animal que sabe a harina tostada no puede ser mala persona.

Harry Sonfór dijo...

Ay, el pulpo Paul, qué maja persona también, David.

Inde dijo...

Huy qué conexión más rara hemos tenío por ahí, Don Harry: que llevo yo varios días sumergida en lecturas de gente que embala cosas y hace grandes paquetones y se las lleva en camiones corriendo, que me gustaría contar una historia sobre eso, y va y mire usté lo que sueña. Madre...

Harry Sonfór dijo...

Pues a ver si estamos conectaos por el hilo de plata y nuestras auras vibran con los mismos colores como dicen los modorros, Inde, oiga.

Badil dijo...

Vale. Lo reconozco. Es un maleficio que le echamos la Pipa y yo lotro día por empeñarse en decir quel Fito Páez era atractivo pa las señoras.
Yasta quitao. No se volverá a repetir. (Siempre que no se empeñe en volvenos a llevar la contraria, vamos )

Inde dijo...

Y los chakras, Harry, que se deja usté a los chakras, que no sé ni lo que son pero que me los imagino como las moscas revoloteando por ahí alrededor de las cabezas, y que estoy segura de que también nos enlazan misteriosamente con una unión cósmica de esas.

Inde dijo...

(Por cierto, qué majismo su texto, don Harry; que me lío a decir tontadas y se me olvida siempre decir las cosas. Jodíos chacras, alguno se me ha debido de meter en el ojo.)

Harry Sonfór dijo...

Ay, Badil, que no lo diré más. Hoy se lo he comentado a mi señora y me ha dicho que le diga que a ella le parece que Fito Páez es de esos tipos que tienen pinta de que huelen los pies. Yo no lo sé, eso me ha dicho.

Huy, los chakras, Inde. Con eso de los chakras hay tema para rato. Yo ya he descubierto que la leche me va mal para el plexo solar, que anda justamente por ahí, por la boca del estómago. Pero cada chakra es un mundo. Hagamos un círculo de energía a ver, por la paz del mundo o algo.