miércoles, 20 de febrero de 2008

Jenny tras recibir la corona de Miss Universo

Calma, calma, calma, ya pasó todo. Cálmate. Cálmate. Bien. Buena chica. Calma. No más nervios. Calma.
—Jenny ¿qué haces? ¡te están esperando todos en recepción!
Oh, Gladys.
—Gladys, ahora bajo, un segundo.
Ahora bajo, ahora bajo. Es sólo un segundo. Mira, soy bella hasta meando, así frente al espejo, meando con mi corona. Soy bella, linda, simpática. Hasta así meando soy hermosa. Con mi corona.
—Jenny, están entrando todos los de la prensa. Me dicen que bajes. Ha venido el embajador con su esposa, te quieren saludar y hay cientos de periodistas aquí preguntando. Anda, baja ya.
Nunca me había visto meando en un espejo, de frente. Es grande este espejo. Me veo entera, de la corona a los pies. Es grande. Estará bien pegado a la pared este espejo. Imagínate si no está pegado el espejo. Catacrán. Que muerte más ridícula aquí meando con la corona. El día más feliz y el día más triste de Miss Universo. Ay, se me corrió toda la máscara. No puedo salir con estos churretones por la cara. Parezco Alice Cooper. Ja. ¿O sí? es bueno que vean que estoy emocionada. Es bueno, pero soy la mujer más bella del universo. No está bien que salga con estos churretones. Con esta nariz roja de llorar. Ay, mi nariz. Ay, brillos. Ay, esta nariz roja. Como siga llorando se me va a hinchar aún más la nariz. Miss Nariz Roja. Miss máscara de ojos corrida por toda la cara. Tranquila, tranquila, tranquila. Algodoncitos, algodoncitos ¿donde están los algodoncitos? algodoncitos. Aquí. Eres afortunado, algodoncito, estás limpiando la máscara corrida de la cara de la mujer más bella del Universo. Eres especial, algodoncito.
—Jeeenny ¿puedes darte prisa y bajar?
—Un segundo, Gladys, solo un segundo.
Los dedos, tengo los dedos de los pies machacados. Fffffff. qué ampolla. Calma. Ahora ya pasaron los nervios. Estás por encima de todos. Tranquila. Calma. Relájate. Respira. Tomar aire, echar aire, tomar aire, echar aire. Eres bella.
—¡Jeeenny! ¿quieres hacer el favor de bajar? ¡se están impacientando!
—Voy, Gladys, voy, ya voy. Sólo un segundo.
Están todos ahí abajo, esperando para ver lo bella que eres. Todos. Hasta el embajador. La esposa del embajador. Es guapa la esposa del embajador. Es guapa gordita. Bueno, bien, es guapa pero gorda.El tonel-esposa del embajador. Todos abajo ahí esperando. No me pueden ver con estos churretones. Ay. Cálmate. Estás preciosa.
—¿Jenny?
—Voy, voy, Gladys, un segundo que ahora bajo.
Ay, mis pies. Fffffffffff. Si me preguntan que qué deseos tengo para mi futuro les diré que quitarme estos malditos zapatos. Ffffffff. Esta ampolla. Ay, mis pies. Quitarme estos zapatos. Quitarme esta corona. Se me clava por todos los lados. Quitarme la corona. No. Esta noche dormiré con la corona. Bien, me la quitaré. La dejaré en la mesilla. Dormiré abrazada a ella. Eso diré. Dormiré con la corona. Sin estos zapatos. Ah, cómo se clava esta corona. Ay mis pies. Les diré orgullo. Orgullo, no, orgullo no. Feliz, les diré feliz. Estoy feliz. Soy feliz. Soy la mujer más feliz del Universo. Ay, tengo la nariz roja como un tomate. Ay. Estos churretones. Soy la mujer más feliz del Universo. No puede haber nadie más feliz que yo en estos momentos en todo el Universo. O sí, pero será más fea. Más fea y más gorda. Ja. Fea, fea, fea. Tranquila, constesta tranquila. Han venido a verte, todos quieren saber de ti. Eres bella, eres buena. Eres hermosa. Todos te admiran. Con sólo mirar a cada uno de esos periodistas los vas a enamorar. Con la nariz roja. Se quedarán de piedra cuando te vean. Eres hermosa. Estás tranquila. Segura. Han venido todos a verte.
—¿Jenny? quieres bajar de una maldita vez?
—Voy, Gladys, bajo en un segundo.

14 comentarios:

Helter dijo...

Oh, me siento tan identificada con Jenny... Es cierto que no he ganado ningún concurso, pero ya se sabe que está todo amañado por los accionistas de las principales clínicas de cirugía estética del mundo. Si hubiera justicia en este mundo, la corona sería mía. Por si acaso cada noche ensayo ante el espejo mi discurso de agradecimiento y lo entrecorto hábilmente con accesos de llanto histérico. Todo muy natural.

Arkab dijo...

Un cuento muy, muy, muy de estilo literario norteamericano, Harry. Tradúcelo y ponlo en otra entrada que te vas a forrar a banderitas en el fiji. Te van a poner banderas, a tí no, a tu fiji, me refiero, hasta en el monte de Holliwood ése que han puesto a la venta. Hay que seguir esa línea que ya está cerca de alcanzar las Rocosas y culminar en Alaska.

Dios, y además allí hay dinero. Mucho dinero. Primero a por la pasta y después a por Filipinas, como Miranda. Pero primero a por la pasta.

Harry Sonfór dijo...

Bien, querida lectora Helter, la realidad es que todas nosotras tenemos una Jenny en nuestro interior. Lo que tenemos que hacer es sacarla, sacarla para que vea mundo. Yo la he sacado hoy y en estos momentos ya anda camino de Comillas (Cantabria) y dice que ya no vuelve.

Harry Sonfór dijo...

Pues ahora lo que necesito es un traductor, que yo en inglés sólo sé decirle al perro lo de «shit down» y encima en lugar de sentarse se me cagurrea por toda la casa (y lo más misteroso de todo es que no tengo perro).

Helter dijo...

Hombre, si realmente le interesa, le puedo pasar los datos de un traductor inglés muy bueno, pero muy puñetero. Como que es tan bueno, se puede permitir el lujo de rechazar traducciones si el texto no le gusta o va en contra de sus principios. Qué fácil es ser ético cuando te sobran el trabajo y la pasta.

Arkab dijo...

Harry, ¿sabía usted que Uschi Digart sale en «The Killer Elite» (1975), del señor con sombrero y gafas que ha puesto arriba? Excelente su compaginación con Helter. Tuíter y fologüer.

Harry Sonfór dijo...

Deje, deje, Helter, que me daría un trauma si me rechaza un traductor.
Oiga, Arkab, que no lo sabía, no. El mundo es un pañuelo (qué mona la Uschi Digart, qué guapa y que sanota se la veía).

Badil dijo...

Yo,si quiere, le busco a la Jenny y se la mando con un par de hostias bien calzás, por guapa y por pendona. Es que hoy tengo día de dar más que de recibir

Helter dijo...

Uy que caída más tonta el pombo, que me ha pillao a medio enviar un privi al Harry y ni sé si le ha llegao ni ná. Ya no se puede fiar una ni de internet. Y que viva Tura Satana.

Anónimo dijo...

desde que descubrí que en ingés "cállate" se decía "chata", me parece más cercano más universal
como el destino de un pueblo
hala
un abrazo trans...fluvi...ano

Harry Sonfór dijo...

¡Un abrazo, anónimo, desde el país del Fluvi!

Harry Sonfór dijo...

Pues oigan, yo de siempre he sido más de Uschi Digart que de Tura Satana. Me explico. Tura Satana, como concepto, como forma abstracta, me parece muy interesante por lo que conlleva de bondagenosa cuerona malaza de las que arañan, pero no la veo mucho para esposa. Sin embargo, Uschi Digart, ahí con esas coletas vestida de granjera correteando por el campo sí que da para una idea de esposa amable. Me quedo con Uschi Digart.

Helter dijo...

Ah, ¿se trataba de buscar esposa? A ver, yo como esposa a la Tura ni en PinTura, pero a la Uschi tampoco acabo de verla junto a mí en el lecho conyugal. Siempre he preferido el patrimonio al matrimonio.

Harry Sonfór dijo...

Ahora sí, disculpe, su mensaje estaba publicado en esta entrada y yo le contesté en la siguente, a la sazón de no sé qué salazón. Bien, dejémoslo en que ha sido un acto de respuesta conceptual. Un happening virtual en la cadena de mensajes. Bueno, que me he equivocao. Ya está. Perdón.