1981 fue un año horrible para la rana acuática australiana Rheobatrachus silus. La Rheobatrachus silus, descubierta en el año 1973 en el sureste Queensland (Australia), era una de las pocas ranas conocidas capaz de incubar los huevos en su estómago (parece ser que una familiar suya más gorda, la Rheobatrachus vitellinus, también goza de esa cualidad). Tras la fertilización de los huevos, la rana hembra los ingería y permanecían en su estómago durante unas seis semanas. Los huevos de la Rheobatrachus silus contienen una sustancia química supresora del agua parecida a una hormona, la prostaglandina E2, que inhibe la secreción del ácido gástrico de la madre y endurece las paredes del estómago, convirtiéndolo en una bolsa de incubación inerte durante todo ese tiempo (en medicina, la prostaglandina E2 o dinoprostona, produce contracción del útero, vasodilatación y broncodilatación, y se utiliza para la inducción del parto). Al suprimir el ácido, la madre no digiere los huevos. ¿Y qué comía la hembra de Rheobatrachus silus durante ese tiempo? Nada, no comía nada, ni tenía gana alguna de comer, pues se sentía todo el día con el estómago lleno. Se levantaba por la mañana y se decía «Ay, me encuentro con el estómago lleno» y se acostaba por la noche y se decía «pues mira que no he comido nada pero sigo con el estómago lleno». Es el mismo truco que utilizan los balones hinchables que meten en el estómago de algunos pacientes obesos para que tengan sensación de llenos cuando solo han comido una ensalada. Los huevos, mientras, incubándose felices hasta convertirse en pequeñas ranas dentro del vientre de la madre. Transcurridas las seis semanas, más o menos, la rana expulsaba a sus crías por la boca (unas veintidós o veintiséis criaturas), vomitándolas con gran violencia, como las palomitas de maíz dentro de un palomitero.
No se han vuelto a ver ejemplares de Rheobatrachus silus desde el año 1981, por lo que los naturalistas han llegado a la conclusión de que esta especie se ha extinguido. En ese mismo año, 1981, el grupo de techno-pop Azul y Negro sacaba al mercado su primer trabajo discográfico: «La Edad de los Colores», grabado en los ya desaparecidos estudios Escorpio, propiedad de Luis Cobos. No seré yo quien acuse a Azul y Negro de la extinción de la rana Rheobatrachus silus, pero ya saben ustedes que las casualidades no suelen darse en este mundo y así como dice el antiguo proverbio chino: «el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo», una producción de Luis Cobos-Bosco puede ser la causante de la deforestación y de la extinción de todos los animales del planeta.
En la foto, una hembra de Rheobatrachus silus en el momento del parto de uno de sus vástagos mientras un científico le hace la puñeta con un clip (K. R. McDonald y D. B. Carter, 1979). Observen la ranita, con lo joven que es y con qué gracia y fotogenia mira a cámara.
Para más información sobre la Rheobatrachus silus, lean el ensayo «Ahí va nada», de Stephen Jay Gould, recogido en el libro Brontosaurus y la nalga del ministro, Ed. Crítica, Barcelona, 1993.
lunes, 11 de febrero de 2008
La Rheobatrachus silus y el acto de parir por la boca
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10 comentarios:
¡¡¡Bienhallado!!!
PD: acabo de matricularme en un cursillo onlain titulado "Comentarios breves en los blogs ajenos: teoría, práctica, demostración y autoflagelación" que consiste en el arte de la concisión a la hora de expresar ideas, y sobre todo, sentimientos. Aborda entre otras la interesante teoría del Dr. Mortimer P. Hairspray sobre la incontinencia verbal que se produce cuando no se tiene al interlocutor a la vista en vivo y en directo, es decir, que el hecho de no ver cómo intenta disimular el bostezo, cómo rehuye nuestra mirada y la pasea a lo largo y ancho de todo el universo conocido a excepción de nuestra persona, cómo coge el móvil y aparentando que mira la agenda se pone a jugar al bubble o cómo se pone los cascos del mp3 y sin el menor recato sube el volumen al máximo para no escucharnos nos hace difícil saber cuándo empezamos a aburrir al personal.
Estoy acabando la primera lección. Me quedan veintisiete.
¿Una rana de ese tamaño puede tener en su estómago 21 ó 27 criaturas del tamaño de la que se ve en su boca, con pinta de haber terminado hasta el COU? ¿No es más cierto que el día de la foto las crías deberían de haber sido escupidas ya? Las crías de las ranas son gusarapos y no ranas como la que se le ve en la boca a esa Rheobractus Silus, ¿pretende hacernos creer que esa rana madre intenta evitar el síndrome del nido vacío?, ¿o tal vez pretenda perder dos tallas más quedándose otras seis semanas sin comer? ¿Y el clip, de qué color es ése clip en la foto original?
Arkab, intentaré responder a todas sus preguntas:
¿Una rana de ese tamaño puede tener en su estómago 21 ó 27 criaturas del tamaño de la que se ve en su boca, con pinta de haber terminado hasta el COU?
Sí señor. En concreto la rana de la foto es una de las dos hembras que hicieron un viaje en avión hasta Adelaida con la tripa llena, la primera vomitó seis vástagos «a gran velocidad, volando hacia arriba ... a una altura aproximada de un metro»; la segunda rana hembra vomitó veintiséis ranitas, cuyo peso total de la camada fue de 7, 66 gramos (el 66 por ciento del peso de la madre sin ellos).
¿No es más cierto que el día de la foto las crías deberían de haber sido escupidas ya?
Que no, que no, que esa ranita es una de las dos ranitas que salieron por la boca de forma relajada y elegante. Las otras salieron a empujones.
Las crías de las ranas son gusarapos y no ranas como la que se le ve en la boca a esa Rheobractus Silus, ¿pretende hacernos creer que esa rana madre intenta evitar el síndrome del nido vacío? ¿o tal vez pretenda perder dos tallas más quedándose otras seis semanas sin comer?
Las ranas que salen de los huevos son gusarapos, pero las ranas paridas por la boca son ranitas hechas y derechas. Parece que las hembras de esta rana cuando andan de parto se encuentran más bien molestas, y sólo con apretujarlas un poco se ponen a escupir ranitas como endemoniadas de lo hartas que están de tener tanto hijo en el estómago.
¿Y el clip, de qué color es ése clip en la foto original?
En la foto original el clip es de color metálico, pues no es un clip de esos con funda de plástico de colores sino de metal. Puede comprobarlo buscando en Google «Rheobractus Silus» y verá la de veces que sale. Es más, encontrará una foto más de la misma rana pero mirando hacia el otro lado y con la boca más cerrada, así que la ranita se ve con menos detalle, pero es la misma sesión de fotos y la misma rana madre.
Oiga, Harry, qué bonitas que son esas comillas que le pone a la «Rheobatrachus Silus». ¿Cómo lo hace sin que haya que copiar y pegar?
Arkab, las comillas latinas yo las pongo con alt+mayúsculas+la tecla donde está la diéresis, la tilde y la llave de apertura y con alt+mayúsculas+la tecla donde está la ç y la llave de cierre. Son, eso, las comillas latinas. Actualmente se usan más las comillas inglesas, por comodidad y anglogfilia, pero a mí me parecen una cochinería y sólo se deben utilizar cuando hay que entrecomillar algo dentro de una frase o un párrafo que ya está entrecomillado. Así:
«Me gustan los "chorisos" parrilleros» dijo la señora.
En el extraño caso que tenga que poner comillas dentro de algo que ya está entrecomillado y que a su vez está entrecomillado, la solución será utilizar las comillas simples, en este orden: «..."...'...'..."...».
Ya puestos a usar comillas raras como las comillas inglesas ¿por qué a la gente no le da por usar las comillas alemanas, que son unas comillas latinas pero invertidas (»...«) o las alemanas antiguas, que son como las inlglesas pero la primera colocada al pie del texto y la segunda en lo alto?
Y el Marqués de Comillas, ¿cuáles usaba?
Helter, si se refiere a Antonio López y López, Primer Marqués de Comillas, no tengo datos que aseguren si hizo alguna vez uso de las comillas, pero lo que sí es seguro es que los libros que leía se servían de comillas latinas. O al estilo de aquí («...»), o al estilo alemán (»...«) que también se usaban. Lo de las comillas altas o inglesas es más cosa de era informática, que como está más a ojo en el teclado Qwerty pues se usan más. Dejadez tipográfica, no más. Hay también una práctica extendida de utilizar las comillas latinas para encerrar citas y las comillas inglesas para locuciones extranjeras, palabras mal escritas y localismos, pero en esos casos lo bueno es usar las cursivas.
se con quén duermes con la identidad perdida
10 cosas que hubieras preferido no saber de tu cuerpo
1. El cuerpo de un humano medio comprende la suficiente grasa como para hacer siete pastillas de jabón, el hierro suficiente como para hacer un clavo mediano, el potasio suficiente como para disparar un cañón de juguete, la cal suficiente como para encalar a un pequeño gallinero, el azúcar suficiente como para llenar un tarro de mermelada y el azufre suficiente como para librar a un perro de sus pulgas.
2. Un esqueleto completo le cuesta a un estudiante de medicina entre 5.000 y 7.500 $; solamente tu calavera se podría vender por unos 450 $.
3. Tu boca produce casi un litro de saliva al día.
4. El Demodex folliculorum posee ocho patas rechonchas y un rabo. Mide casi un tercio de milímetro de longitud, y le encanta cobijarse en los cálidos y aceitosos pozos de tus folículos pilosos. La mayoría de los adultos poseen a este ácaro en las pestañas, y muy a menudo también en los pezones.
5. Tienes aproximadamente 4.000 glándulas de la cera en cada oído.
6. La deposición de un adulto medio pesa unos 120 gramos. La mitad del contenido de tus heces se compone de los cuerpos muertos de las bacterias que viven en tus intestinos.
7. El pie de un adulto medio exuda un cuarto de litro de sudor cada día.
8. Si no fuera por la viscosa mucosa que se adhiere y cubre las paredes de tu tripa, tu estómago se digeriría a si mismo fácilmente.
9. A lo largo de su vida un humano medio orinará 41.600 litros de líquido. (Imaginaos una piscina de 8,50m x 4,50m x 1,30m)
10. Un hombre que pesase 90 kilos alimentaría a 100 caníbales de una sentada.
Maikelnai´s blog
Me he quedado asombradísima!
Pues es todo tan cierto como que existe un dios, entrenómadas. Bueno, mucho más aún. Sea bienvenida a esta casa.
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