Echaba de menos las fotos de perricos de Mis Adarmes, que hacía mucho que no ponía fotos de perricos en su blog. Pues ya tenemos nueva foto de un perrico en Mis Adarmes.
Puestos a buscar fidelidad en nuestro entorno, la sombra es lo más fiel con lo que nos podemos topar. Nos acompaña a todas partes cuando hace sol (salvo en el caso de Peter Pan, que era un zangolotino que bien que conservaba todos los dientes de leche pero que perdía su propia sombra cada dos por tres). En el caso de un perro fiel, su sombra tiene que ser el doble o el triple de fiel que las demás sombras. No diremos que de su sombra debiera decirse que es fidelísima, que eso el RAE lo reserva para los reyes de Portugal. Diremos pues que es fidelisísima, que es un vocablo que aún no han registrado. O fidelisísisisima, que ya es como fiel en adjetivo superlativo absoluto. Los antiguos decían que los que vendían su alma al diablo perdían su sombra. No es un alto precio si a cambio se pegaban todo el día de fiesta en fiesta, con dinero en los bolsillos y con señoritas para elegir como el Escassi. Ah, bien, luego les esperaba un infierno lleno de torturas, sufrimientos y rechinar de dientes, pero ¿Y la de ratos buenos que se habían corrido? Puestos a buscar cosas más desfavorables que perder la sombra, peor será perder el reflejo en los espejos, como los vampiros, que cuando se afeitan se hacen unas escabechinas que sólo agradecen los demás vampiros, ahí venga a chupetear al compañero. Hala, ahí venga a chupetear.
domingo, 4 de abril de 2010
Una sombra fiel
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1 comentario:
Cuando estamos a oscuras ¿seguimos teniendo sombra?
Cuando cerramos el frigorífico ¿sigue habiendo luz?
Mis dudas
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