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Dirán que me repito más que el ajo frito, pero es que hoy se cumplen diez años de la desaparición de Hedy Lamarr, la ingeniera en telecomunicaciones austríaca más guapa de Hollywood. La recordamos con esta foto en la que sale bien guapa pero mostrando unas manazas que te da así con la mano abierta y te tumba. La recordaremos también en Sansón y Dalila (Cecil B. DeMille, 1949) levantándose de la cama con un incómodo camisón al estilo filisteo y una voz en off que le retumba en la cabeza que le dice «¡No puedes deshacer lo que ya está hecho!»; la mujer andaba atormentada por cortarle el pelo a Sansón, suceso que aprovecharon los filisteos para arrancarle los ojos y atarlo a una rueda de molino. Una pena tirando a suave si contamos que Sansón, además de fuerte, era muy bruto y tenía muy mal perder. A saber: en su primera boda se casa con una filistea, más que nada para hacer la puñeta a los filisteos, que eran unos incircuncisos. En el convite de bodas hace una apuesta con los familiares filisteos y promete que si descubren un acertijo (el del león y el panal de miel) les regala treinta sábanas y treinta mudas de vestidos. Los filisteos, con la ayuda de la mujer, que es la única que lo sabe, lo aciertan, a Sansón le entra el espíritu de Jehová y para no tener que ir al Sepu a comprar las treinta sábanas y las treinta mudas de vestidos se carga a treinta filisteos, les quita las ropas y las entrega a los de la apuesta (...y Sansón dijo a los filisteos al tiempo que les entregaba la ropa: «Tomad lo prometido, treinta sábanas y treinta mudas de vestidos. Ojo, que alguna tiene manchicas de sangre, pero bien lo arreglaréis si cada mancha la frotáis con un poco de agua oxigenada y luego la metéis a lavar con vuestro detergente habitual. Yo he probado lo de la sal, pero a mí me funciona mejor el agua oxigenada, aunque debéis saber que el agua oxigenada en según qué tejidos deja cerco y si deja cerco eso ya no tiene arreglo, que hagáis lo que hagáis se os quedará el cerco»).
Además, si quieren ver a Inde cantando «Tengo el corazón contento, el corazón contento y lleno de alegría», pretar aquí.
martes, 19 de enero de 2010
Hedy Lamarr
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6 comentarios:
Pero, ¿los Filisteos vieron que era bueno el remedio?
Yo es que ya sabe que esas historias sin que vean que es bueno no me gustan.
Pos supuesto que los filisteos probaron el remedio y se dijeron que el remedio era bueno, Miguelgato. Pero creo que no le agradecieron bien del todo el remedio a Sansón, porque ya la siguiente fue lo de liarse con Dalila y por un quítame allá esos ojos derribó el palacio de los filisteos y se cargó un puñao: «Asió luego Sansón las dos columnas del medio sobre las cuales se sustentaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda; dijo Samsón: Muera yo con los Filisteos. Y estribando con esfuerzo, cayó la casa sobre los príncipes, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que de ellos mató muriendo, que los que había muerto en su vida» (Jueces, 16).
¿Y no decapitaron al chapuzas del arquitecto?
Tojunto
En realidad Samsón fue el primer héroe de la Marvel que sale en la Biblia
Sin intención de quitarle mérito a Dalila, hay que reconocer que Hedy es lamarr de guapa.
Pues yo que quiere que le diga, bien le estaba a los filisteos, que son una panda de filisteos.
Por algo los ingleses cuando le quieren faltar a algún huelemelculo le llaman "Phillistine".
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