lunes, 9 de marzo de 2009

Lorena Bernal me vendió el cepillo de dientes

Uso cepillo dental Oral-B de esos eléctricos. El mango está ahí sobre un cargador enchufado a la corriente, le metes el cabezal del cepillo, le das a un botón y, hale, a frotar y a masajear las encías mientras el relojito sobre el aparador del baño te dice que te faltan treinta segundos para un cepillado bueno, que le estás dando muy fuerte y te vas a cargar una muela o que cambies de lado, que ese lado ya está bien frotado y refrotado. Todo eso fue por culpa de Lorena Bernal. Tanto verla en la telenovela Luna Negra que echaban de madrugada, cuando trabajaba de noche, que se convirtió en alguien como de la familia (bueno, en alguien como de la familia pero sin tener nada contra ella). Un día la vi anunciando un cepillo eléctrico Oral-B y dije «Si lo dice Lorena Bernal, me lo tendré que comprar». Así que me resistí igual un mes, pero al mes cayó el cepillo dental eléctrico. Ojo, que ahora me viene Lorena Bernal a venderme otro producto y le digo que no. Cada famoso tiene su producto y ese producto es ya para toda la vida. Lorena Bernal = Oral B, Belen Rueda = Leche Puleva, José Coronado = yogures. Mi cabeza no da para más. Ahora veo en varios anuncios a Rafa Nadal y ya no sé lo que vende. Veo que sale Rafa Nadal pero ya no sé qué vende. En un anuncio sale como con cara de yonki con chaqueta de cuero negro a punto de dar un palo a un banco, pero no sé qué vende. Qué mal estilismo le han puesto al chaval, si reluce mucho más con ropas claras ¡Pónganle un jersey blanco, por el amor de dios! Pero no sé qué vende. A lo que iba, que Lorena Bernal me vendió el Oral-B eléctrico. Y estoy contento con el Oral-B eléctrico. Va muy bien. Cuando se gastan los cabezales te avisa y le pones otros. Es práctico, es cómodo y te limpia a fondo. Bien. Vi a Lorena Bernal ahí tan segura vendiéndome el Oral-B que no le pude decir que no. Y eso que creo que es mi anti tipo de mujer. Pero me convenció. Bien. Pero al Oral-B le veía una pega: que de noche hace mucho ruido. Es como una pequeña batidora que en el silencio de la noche me da la sensación de que puede molestar. Así que un día que fui a comprar cogí un cepillo de dientes manual. No recuerdo la razón de por qué compré ese cepillo, pero creo que sería porque llevaba unas tiritas amarillas con bandas verdes entre las cerdas que me parecieron muy tecnológicas y muy cucas. Era un Oral-B también. Con él me estuve cepillando cosa de dos meses todas las noches. Manualmente, bien, correcto, sin meter ruido. Hace pocos días, andaba yo en mi lavado de dientes nocturno con el cepillo de dientes manual cuando de pronto le debí dar a un botón de goma que lleva en el mango y ¡se puso a vibrar! Tras dos meses cepillándome todas las noches me entero de que es un cepillo de dientes que va a pilas. Así que lo miro y sí, veo que tiene un botón para encenderlo y otro botón para apagarlo. Luego, me fijo en el mango y veo que pone el nombre del producto: «Pulsar». Pues eso, Pulsar de Oral-B. Lo que tenía que haber hecho era pulsar, sí. Qué cosas. Y además, es mucho más silencioso que el cepillo de dientes eléctrico que uso por el día. Dos meses sin enterarme. Viva la tecnología. Vivan los cepillos de dientes.
PS: ¿Y qué hago con las pilas cuando el cepillo Oral-B Pulsar esté viejo? ¿Cómo y dónde las tiro? Porque... no se pueden sacar a no ser que lo patees... Busco por internet y encuentro personas que andan con lo mismo. No todo iba a ser bueno.

17 comentarios:

Javier de la Iglesia dijo...

Magnífico, don Harry. A estas horas, sobre todo, de un lunes. No paro de reír y noto, sin espejo ni nada, que se me ha cambiado la cara de gesto: milagrosamente ha dejado de ser la típica cara de de los lunes por la mañana.
Ah, y el anterior también, aunque yo no sea muy de carteles, el anterior, también.

Un fuerte abrazo

Spanique dijo...

Puessss, me da una buena informació, porque yo también tengo un Oral-B y como soy maniaca, pues me lo llevo cuando como fuera (ya conoce mi bolso, menos elefantes....)... Pero es que ya no me sé limpiar con uno manual (será chandra)Igual un pulsar dessssoos me apañaba para el bolso.

Por cierto el precio de los recambios del cepillo está por las nubes....

A mi lo que me da grima de utilizarlo por la noche no es en sí el ruido por el ruido, sino cuando no estoy en mi casa, a ver que se piensan que estoy haciendo, la verdad, debo de ser retorcida (aunque tengo claro que en caso contrario, o sea que fuera otr@ el usuario "de lo que fuera" pensaría que se estaba lavando los dientes, por supuesto)

Miranda dijo...

http://www.miralatele.com/noticias/09/03/2009/soraya-plagio-eurovision.html

No digo más...


M.

Harry Sonfór dijo...

Un fuerte abrazo, Javier, me alegra mucho haberle alegrado el lunes.

Pues sí que es retorcida usted, Spanique, sí, que no se me había ocurrido otro uso o que se confundiera su sonido con otra cosa.
Má qué retorcida. Que deso no tengo yo, que soy muy soso sexualmente. Cepillo de dientes vibratorio, no más.

Miranda, eso es inquina, pobretica Soraya. ¿Quién le ha pedido a Soraya que sea novedosa? plagio.. plagio.. tantas cosas se pudieran tomar como plagio... Ay.
Pobretica Soraya.

Yahuan dijo...

Mira, yo también me acuerdo de Iker Casillas con lo de me siento seguroooo que anuncia unos seguros. Por cierto, disculpe mi ignorancia pero yo no sé quien es Lorena Bernal, cuando no sé quien es un famoso personaje famoso digo que es que soy de otra generación, pero aquí me da un poco de vergüencilla porque yo nunca he usado un cepillo eléctrico...

Un abrazo

P.D.: Sin venir a cuento le digo que que cuánto les gusta a los bloggers tener comentarios largos, y hay que ver cómo todos los comentaristas largos se quejan de su largura siempre creyendo que molestan.

Harry Sonfór dijo...

Yahuan, Lorena Bernal es una ex miss España que luego hizo la serie «Luna Negra» y ahora creo que anda haciendo las Américas con una serie de TV o algo así. Más no le puedo decir, que no soy yo mucho de Lorena Bernal. Me vendió el cepillo de dientes y ya está. Eso después de tragarme el serial Luna Negra entero durante meses. Oiga, que al principio decía yo «qué serial más malo», pero que al final me enganchó y no había noche que no lo escuchara mientras trabajaba. Enganchao. Y las cosas como vienen se van: ahora le digo que no recuerdo en absoluto de qué iba la serie. Había un tipo que hacía de malo y luego gente alrededor. Ya no recuerdo más. Y sí, Lorena Bernal Tiene 28 años, así que sí que es posible que sea usted de otra generación. Usted escriba en el buscador de Google "Lorena Bernal", le saldrán muchas fotos y dirá «ah, sí que la conozco ¿no es la de los cepillos de dientes?».
Un abrazo

Spanique dijo...

¿Y esto de la foto del día?? Me deja ustééééé sorprendíaaaa. Explique, explique

Harry Sonfór dijo...

Mujer, que hoy es el cumpleaños del abuelo. 74 años cumple. He buscado la foto donde sale más guapetón y, placa, la he puesto. La foto es una que sale con una sombrilla con puntillas. La mejor foto que le han hecho en toda su carrera.

Anónimo dijo...

Pues ahí me ha dado, que yo pensaba que Lorena bernal era aquella que hacía programas de sexo.
Entonces, aquella, ¿quién era?

(como tampoco uso los eléctricos no puedo opinar de los oral B)

Harry Sonfór dijo...

Lorena Berdún, Koldo.

Anónimo dijo...

¿La serie Luna Negra, Granjero busca esposa y ahora se ve usted El Aguila nosecuantitos esa?...los sesicos agua, se lo digo yo.
Y eso no hay cepillo eléctrico que lo salve oiga.

Harry Sonfór dijo...

No, no, un momento, un momento, que Águila Roja no la aguanto. Que no la veo. Ahora veo Doctor Mateo y Sarah Silverman. Pero también soy fan de Jag, alerta roja, que es posiblemente una de las peores series de la historia de la televisión, pero la veo por tres cosas que suceden a veces en la serie: cuando la Teniente coronel del Cuerpo de Marines Sarah MacKenzie habla en farsí, cuando la Teniente coronel del Cuerpo de Marines Sarah MacKenzie habla en ruso y cuando la Teniente coronel del Cuerpo de Marines Sarah MacKenzie se quita el uniforme y se pasea en camiseta preta por su casa. Si no fuera por eso, sería una serie intragable. Creo que soy el único espectador de menos de sesenta años que ve esa serie, no le digo más.

Yahuan dijo...

Aiba ya me acuerdo, era una telenovela que hechaban en la primera?? A lo mejor la estoy confundiendo con otra, pero de todas formas seguro que me estoy acercando. Fíjese que sin saber quien era, nada más leer la entrada, ya hace unos días, intenté hacer memoría a ver de qué me sonaba, pero mira que nada, lo único que me acordé es que podía ser de cuando la época del destape, y ya ve usted que no, que menudo disparate me he ahorrado en no decirlo.
Bueno, un saludo, un abrazo

Harry Sonfór dijo...

Qué del destape, qué del destape, si era una serie del 2003-2004. Hace ná. Yo la veía, eso, de madrugada, a las 3 o por ahí, y echaban dos capítulos seguidos o más, todos los días. Si cuando el destape no había telenovelas. había Estudio 1, La saga de los Ríus, Cañas y barro, Fortunata y Jacinta y cosas así, pero culebrones, lo que se dice culebrones, aún no había.

Garbanzo dijo...

Pues mi cepillo es de Philips y muy contenta estoy con él, aunque este de las pilas que nos descubre usted parece muy cómodo.

Fíjese que cuando ha hablado de "Luna negra" he pensado yo en "Perla negra", que era la típica telenovela venezolana o colombiana o mejicana de las 4 de la tarde. Era de dos hermanas gemelas y una muere y otra vive y ya no recuerdo más. ¿La vio usted?

La Lorena esta a mí es que no me gusta nada, creo que yo no le hubiera podido comprar el cepillo, que me dan miedo esos ojos que tiene y hubiera pensado que me estaba engañando. Que no, que no.

Harry Sonfór dijo...

Nada, Perla Negra no me suena de nada, no, Garbanzo. Yo es que seguí Luna Negra y luego he visto algún capítulo de Gata salvaje, más que nada para intentar comprender el fenómeno Gata salvaje. Pero he de confesar que soy más de Xena. Sam Raimi es lo más grande.

Harry Sonfór dijo...

Ya les advierto, Spanique y Garbanzo, que si andan con la idea de comprarse un Oral-B Pulsar para llevar de viaje se encontrarán con una cosa que igual les hace gracia: la cabeza, donde están las cerdas, se abre en dos, como la lengua de una serpiente. Es posible que cuando vean eso les de por tirar de cada uno de los lados a ver cúanto se abre la cabeza, como si fueran zahoríes del mundo dentífrico. Pues bien, no lo hagan, porque aunque piensen que su cepillo está fabricado en un plástico indeformable de esos que luego vuelven a su sitio ya les digo desde aquí que no, que no vuelve a su sitio al cien por cien, y al final parecerá que se están lavando los dientes con una escobilla de bater. Al cien por cien ya les digo yo que no vuelve la cabeza del cepillo a su ser. Al setenta por ciento o así aún, pero al cien por cien no vuelve. «No, si me viene bien, que soy de muela muy ancha y así el cepillo me llega a las dos caras de la muela», pues bien, pero si ustedes son de muelas tirando a medidas standar, no tiren de cada lado de la cabeza, que a su ser, al cien por cien, no vuelve.