sábado, 24 de mayo de 2008

Las cajas de Ward

Es posible que, amado lector, alguna vez le haya tocado bajar las llaves del portal a su vecina anciana del piso de abajo y amablemente le haya ofrecido pasar hasta el recibidor; y es posible que se haya encontrado que sobre una mesa-estante de mármol con patas barrocas de madera reposa una especie de ampolla de cristal con flores secas, o flores de tela, o flores de plástico en su interior. Tras salir de la vivienda, es posible que se haya preguntado ¿por qué, señor, por qué los seres humanos meten flores secas, o de tela, o de plástico bajo una ampolla de cristal? Pues todo tiene su explicación, y como tiene explicación y me debo a ustedes, se la voy a dar. La ampolla o la caja de cristal con flores secas, de tela o de plástico que encontramos en la entrada de algunas viviendas, en locales de todo a un euro y en tiendas de regalos, es una versión kitsch de un invento que hizo furor a mediados del siglo XIX, la caja de Ward. El cirujano londinense Nathaniel Bagshaw Ward ideó una caja de cristal casi hermética que servía para albergar plantas naturales vivas durante largos periodos de tiempo. El sistema es sencillo: la humedad que las plantas transpiraban por el día rezumaba por la noche por la paredes del vidrio y rehidrataba el sustrato. Una pequeña abertura (relativamente pequeña para impedir que se colara la humedad del interior) facilitaba la entrada de dióxido de carbono y la salida de oxígeno y mantenía las plantas durante un tiempo lo suficientemente largo como para que la caja de Ward se convirtiera en un bonito y vistoso elemento decorativo que toda persona refinada de la época debía tener en su hogar. La caja de Ward tuvo muchos usos, y resultó muy útil durante la expansión comercial del imperio victoriano. Fueron utilizadas en los viajes transoceánicos para transportar de un continente a otro especies que no se cultivavan fácilmente a partir de semillas. Y bien, se puso de moda, y bien, las plantas duraban un tiempo, pero al final morían. Solución: plantas secas, de tela o de plástico dentro de una especie de caja de Ward. Cómodo, limpio y vistoso, y no se mueren.

10 comentarios:

Arkab dijo...

O sea, que mi invento fantástico para transportar estolones allende el Mont Caius ya estaba patentado en el siglo XIX. Con la de vueltas que le di... Oiga, pero las cajas de Ward no tenían varillas de cohete lanzados al cielo en honor de la Blanca Paloma.

Harry Sonfór dijo...

Javier me escribe en un mensaje que ha enviado un comentario a esta entrada pero que no ha salido. Aquí está:
«La tengo en el salón de casa desde hace un mes. Se la regalaron a mi mujer en una de esas tiendas de menaje de cocina (vajilla o cacharros varios) a la que es bastante adicta y, por tanto, buena clienta, así que se la regalaron etc... y como digo, en el salón está luciendo numinosa dentro del agua su blanca flor de trapo alemán. Porque tiene un cartel transparente en alemán con mucha información técnica a la que soy ayuno de no ser que le sacuda al diccionario con fervor. Se lee: "Inhaltsstoff: Medizinisches Weissöl" ('Contenido: Parafinol medicinal') Y dentro, la flor de trapo.
¿No funcionará como uno de esos amuletos egipcios, verdad? ¿Acabaremos víctimas de sus poderes?»

Helter dijo...

Ahora lo que está de moda son las eco esferas (o ecosferas) ovales o redondas. Vean, vean:
http://www.ziclotech.com/product_info.php?products_id=855&osCsid=48f47ef08a6cdfe5

Trikki dijo...

El otro día en un centro comercial vendían una especie de bolitas como de gelatina, muy chiquitinas, que las regabas y se hacían muy grandes, y mantienen la humedad en los jarrones y demás unos tres meses, sólo con mojarlas.

Trikki dijo...

¡Harry¡ Digalé algo a Arkab que se cree que me he inventado lo de las bolitas.

Harry Sonfór dijo...

Hombre que si existen, tan cierto como que la Isadora Duncan de la foto de arriba tiene un aire a la Rosa de España. Esas bolitas que usted dice son ya cosa vieja. Vaya, mis plantas ya no las quieren porque dicen que están demodé, que están off. No tiene usted más que buscar la gama de prooductos de la marca DriWater, que se lo venderán en bolitas, se lo venderán en bolsa y se lo venderán en formato tetrabrick, y luego todas las demás empresas que comercializan unos vasitos de colores que parece totalmente gelatina de postre pero que en realidad es... vaya, es eso, gelatina. O sea: me coge usted medio litro de agua caliente, me le echa un gelificante neutro, le echa otro medio litro de agua fría, lo mete a enfriar y, placa, ya tiene un bidón de gelatina para regar sus macetas cuando se va de vacaciones. ¿Que no quiere que sea un bloque? Coja el bloque y cháfelo con las dos manos haciendo placa-placa, txap-txap y en un segundo tendrá miles de pedacitos de gelatina para hidratar sus plantas. ¿Que se le mueren las plantas? cambie de gelificante. En todo caso, aquí tiene la receta del gel de DRiWATER:
Agua: 97.85%
Celulosa: 2:00%
Alumbre (sulfato de aluminio) 0.15%

Trikki dijo...

Vale, me ha quedado claro, pero en esa receta no se yo si Santamaría estará de acuerdo para sus lentejas, mire que ultimamente esta de un quejica con la química que pa qué...

Harry Sonfór dijo...

Pues es que me parece que están hablando de cosas diferentes, con ideas preconcebidas. Un químico no tiene por qué ser un tipo con una forma de vida saludable o especialmente interesado por la salud.
Usted le dice a un químico: «Quiero un gelificante que se mantenga estable de cero a sesenta grados Celsius», y el químico le dice «pues tenga esto» «Y puede ser perjudicial para la salud?» y el químico le contestará «pues en cantidades pequeñas no tiene por qué ser purjudicial, y además, es muy estable, inodoro e insípido». Usted lo prueba y, bien, no se muere, no le salen granos, no le produce urticaria, mareos, náuseas o vómitos. Pues no es malo para su salud. Luego eso se lo da a otro y se pone malísimo, pues entonces es malo para su salud. Es como los anisakis, que a unos les pone a morir y a otros les da un aporte extra de proteínas. De ahí a decir que los anisakis son malos, pues no. Por la misma razón, decir que la leche es buena para todo el mundo, como se decía antes, pues tampoco.

Arkab dijo...

Oiga, Harry, he leído por ahí que se ha referido usted al Ordocívico como queriéndose referir al Ordocívico, lo que viene siendo El Ordocívico de aquel entonces. Pero no me ha quedado del todo claro. Es que como está con lo de Perrette que se le hace la vía rectal pepsicola me he preguntado yo a mí mismo «¿no se estará refiriendo al Ordovícico?».

Harry Sonfór dijo...

No, no, el Ordovícico es cuando estaba todo lleno de trilobites viviendo en un sindios, sin oficio ni beneficio, aquí te pillo aquí te mato. Luego vino cuando los trilobites se civilizaron y se llegó al Ordocívico, como su propio nombre indica (o lo intenta).
Anda, si está la Perrete en la tele, mire qué casualidad. Que le acaba de preguntar a Gibbs que si tiene algún fetichismo y le responde que tiene tres ex-mujeres, que no puede permitírselo. Mire qué salidas tiene este hombre.