miércoles, 21 de mayo de 2008


La muchacha con el talle exquisitamente ajustado por una amplia banda de brillante seda azul añil bordada con delicados dibujos de finísimo hilo de oro que representan con sumo detalle hermosos palacios imperiales melocotones en flor y pequeños ruiseñores trinando sobre sus nudosas ramas giró la cabeza hacia mí mostrando su cuello desnudo suave y blanco como los pétalos de la flor del loto al iniciarse el día. La muchacha giró la cabeza entornando los ojos y dijo «sí» y en ese fugaz pero intenso instante vislumbré sus preciosos dientes teñidos de negro tan negro como la negra laca de un jarrón en la oscuridad tan negro como una oscura y quieta noche de invierno sobre el monte Fuji tras apagar con el aliento la lumbre de un candil de aceite.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

yo soñé una vez con el monte fuji, pero era todo blanco
y salía eva wong dando clases de feng shui

Arkab dijo...

Es como un haiku pero así a lo gordo, ¿no?

Una de dos, Harry, o Pk. me mata porque le acabo de comprar el coche japonés de canis, cholos, quinquis y pelaos, o me pide también seis mil euros para tunearlo. Quién me mandaría a mí.

Harry Sonfór dijo...

Oigan, sí ¡acabo de inventar el el haikukón!
¿Pero le ha gustao o no le ha gustao a su Pk. el coche japonés? Cuente cuente, por el amor de dios.

Arkab dijo...

Pues que yo creo que le ha gustado más de la cuenta. Que le he dicho "oye, que yo creo que a ti te va el azul antártida" y ella me ha dicho "y un mojón, que yo quiero el negro etna". Pues nada, el negro etna. Y le digo "que mira que el negro etna después hay lavarlo y pulirlo y que se le ven todas las señales y que se pone muy guarro". Y ella que "ole, ole, ole que eso es lo que yo quiero". Y nada que se lo he comprado (con su dinero, que ya sabe usted que yo soy un rico heredero consorte) pero que se me ha quedao un regomello así pa dentro de pensar si no hay algún doble sentido en todo lo que me dice que pa qué. Unsinvivil, Harry.

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Harry Sonfór dijo...

Lo importante es que no lo lave en túnel de lavado, que dice mi señora, que es la que lleva el coche, que las tiras esas de plástico que refrotan la carrocería rayan la pintura y dejan el coche... limpio, sí, pero rayao. Vamos, como los vasos de Duralex en el lavavajillas.

Arkab dijo...

Pues que sepa que eso no les pasa a los del Ikeda. Seguramente porque se rompen antes de rayarse, pero los vasos del Ikeda, que además son así como pequeños aunque no tanto para que uno diga pues aquí no me tomo esto o lo otro, aguantan la tira en el lavavajillas, que no en mis manos que soy un manazas. Hostia estoy escuchando, asín de pronto en la radio del blog una canción preciosa que podría ser el himno de las sandías se llama "Knock-Knock Who?" y es de una tal Kimya Dawson. En serio, qué casualidades. Oj.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, es verdad. Los vasos de Ikeda aguantan la tira, más que los de Duralex, en el lavavajillas. Aquí en casa tenemos unos que tienen unas estrías horizontales, como los preservativos esos con estrías que dicen que dan más gustirrinín, que son muy viejos, de cuando Ingvar Kamprad vendía cerillas o por ahí, y están casi como el primer día. Sin embargo, un par de vasos Duralex que vinieron con mi señora están que da pena verlos, que los tocas y dan dentera de lo blancuchos y esmerilados que están. Oiga ¿ha visto que Kimya Dawson lleva el pelo como el Actor Secundario Bob?

Helter dijo...

La noche me confunde. No sé si pretenden meter un coche en el lavavajillas o si se han comprao vasos japoneses negro etna.

Anónimo dijo...

pues cuando ikea se venía para españa, pero sobre todo a bilbao, hubo allí, pero sobre todo en lejona (hoy leioa), protestas por eso del nombre, porque el ikea es un monte de la zona que da nombre a una buena cantidad de comercios
no sé si llegaron a denuncias, es lo que tiene la globalización
los de nocilla (qué meriendilla) también aguantan el tirón del lavavajillas
comprobado