Hoy celebramos el cumpleaños de Connie Mason, playmate del mes de junio de 1963 que además interpretó ese mismo año el papel de rubia pija que celebra su fiesta de puesta de largo en la película Blood Feast, de Herschell Gordon Lewis, junto a William Kerwin y Mal Arnol. El guión es más bien sencillo: un señor con las cejas pintadas que tiene una tienda de catering exótico llamado Fuad Ramses practica un extraño culto a un maniquí dorado del Sepu vestido de deidad egipcia. Para tener contenta a la diosa, se dedica a asesinar y cortar en pedazos señoras y luego prepara calderetas, chiretas, ropa vieja, jarrete asado, cocido maragato y todo tipo de sabrosas viandas para fiestas. La escena en la que le saca la lengua (en el sentido literal) a una señorita es tirando a bruta. La escena en la que el asesino está que le corta el cuello que no se lo corta a Connie Masson en la cocina de casa de mamá es puro pop. No es la mejor película del mundo, pero es bonito ver gore del 63. A mí el gore de ahora como que no me hace gracia. Si se pasa por aquí El Ente Dilucidado o Borgo y no la conocían, seguro que me lo agradecen (que si además rebuscan en la página encontrarán más pelis bonitas). Y Connie Mason, con ese pelazo, está muy guapa, claro que sí.
Mientras, leo que David anda pensándose si come a su gata Morgana o no se la come. Yo le digo que no, que no se la coma, que en la foto se la ve pequeña y de carnes tirando a jascas y luego le penará.
lunes, 24 de agosto de 2009
Connie Mason
Etiquetas:
Los desayunos de Cambio Radical
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No, a mi gata no me la comeré, pobrecica que ya es muy mayor. Pero habrá que probar si comiendo sesos de gato uno realmente enloquece. A lo mejor es como lamer sapos.
Publicar un comentario