Hoy celebramos el cumpleaños de Ray Bradbury (89 años). Ahora releo después de muchos años El sonido del trueno. Lo publicó la revista Playboy en junio de 1956 y yo lo leí de crío en una recopilación de relatos suyos que aún debería tener por ahí. Ahora lo releo en versión digital y dudo de la traducción y de mi memoria, pero me trae muchos recuerdos. Sin este cuento Michael Crichton se hubiera metido a repartidor de pizzas a domicilio, el equipo de guionistas de Matt Groening hubiera tenido que inventarse otro capítulo para la serie de historias de Helloween de Los Simpson y servidor igual no se hubiera interesado por El origen de las especies de Darwin. Ahora lo leo y digo, ay, cuántas cosas ha querido contar este hombre en tan poco espacio. Qué parrafadas sobre las consecuencias, que parecen más sermones que otra cosa... Bradbury mete ciencia ficción, política, sociedad, evolucionismo y no sé cuántas cosas más en un solo cuento (y roba un poco bastante de esa escena final tan maravillosa de La máquina del tiempo de H. G. Wells, la de la mariposa gritona). Pero la idea es redonda. Es muy buena. Es la idea.
El otro día, al salir al jardín, pisé, y chafé, sin querer, a un pobre caracol y al día siguiente sacaron en la tele unas fotos de José María Aznar en la playa convertido en un mazas musculado. Ay Dios, ay, Dios..., que algo he tocao.
sábado, 22 de agosto de 2009
¡Ole Ray!
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