lunes, 1 de febrero de 2010

Precontratos

Aquel día, Bergman no paraba de dar vueltas con la cabeza mirando hacia el suelo, y repetía una y otra vez «Te daré un día de mi vida si me concedes que haga el tiempo que yo quiera... ¡ahora!». Nunca más hizo ese tipo de promesas, se estaba haciendo viejo. Sin embargo, a menudo recibía ese tipo de «ayudas».

Anécdota sobre Bergman que narra la productora de Sacrificio de A. Tarkovski (1986) en el diario de rodaje de Lars-Olof Löthwall. Cameo Media, 2006.

3 comentarios:

Helter dijo...

¿Y no le habría salido más a cuenta sobornar al hombre del tiempo?

gregor dijo...

Helter, eso o llevarle huevos a santa Clara. Bueno si quiere que salga buen tiempo, para tormentas y mal tiempo puede que tirarselos a las monjas...

Harry Sonfór dijo...

Eso es lo más efectivo, llevarles huevos a las clarisas, gregor. Hoy no les he llevado y mire, ha chispeado.