domingo, 21 de febrero de 2010

Sueño 8

Ese hombre, cuando duerme en la cama de la habitación doble del hotel, siente que su cuerpo pesa el doble o el triple y se deja acariciar por cientos de manos calientes que lo miman y le hacen masajes en la cabeza. El colchón es blando, algodonoso, pastosamente cálido, y siente que bajo su espalda no hay nada que lo sostenga. Cae lentamente, despacio, engullido por el sueño, cae y traspasa la planta cuarta, luego la planta tercera, luego la segunda planta, hasta llegar a cocinas para, un instante después, encontrarse en el interior de una bodega con paredes revestidas de estanterías repletas de cajas de cartón y papeles y, de allí, aún más abajo, llegar a una espaciosa crujía de hospital con camas metálicas a ambos lados, paredes pintadas de gris verdoso y amplios ventanales. Ese hombre que camina a lo largo del pasillo escucha los gemidos y lamentos de los enfermos. Se para a observar a uno de ellos, acostado sobre su espalda, que lleva un sucio vendaje que le oculta por completo la cabeza y que acaricia las sábanas con las puntas de los dedos. Ese hombre mira a través de la ventana y ve cinco bombarderos Breguet 14 volando en formación. Sale de la habitación y se encuentra en un pasillo estrecho con puertas a los dos lados y un gran hogar apagado enfrente. Suenan las sirenas y los enfermos salen de las habitaciones, descalzos, muchos de ellos desnudos, se chocan entre ellos, llegan hasta la boca del hogar y, uno a uno, despacio, se adentran en ella y suben reptando por el interior de la chimenea. Ese hombre se despierta asustado, mira a uno y otro lado y, durante unos segundos, no reconoce la habitación.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Va fumao.

Tojunto

Anónimo dijo...

Yo cuando voy fumao tamién veo Breguets.

Tojunto

Anónimo dijo...

Pero unos Breguets que no veas tú qué piazo Breguets.


Tojunto

Anónimo dijo...

Pero unos Breguets que no veas tú qué piazo Breguets.

Necesito un cerebro nuevo.


No voy fumado, estoy medicado, no puedo seguir en este juego, demasiado frenesí y descontrol, para resultados que ya conocen, así que reitero, estoy enfermo y no voy a poder continuar.

Helter dijo...

Yo tuve una experiencia parecida el verano pasado, pero mucho más agradable. No salían Breguets ni enfermos, sino estrellas de mar, conchas, caracolas y caballitos. Agradable, pero un poco cursi. Si por lo menos hubiera aparecido Patricio...

Anónimo dijo...

Mira, este de hoy sí que me parece que sé quien es. Por los ojos lo he sacao: Toby Brenard.


Tojunto

miguelgato dijo...

¿Toby Brenard?, ¿en serio?
Ande, remire de nuevo.

Anónimo dijo...

Pues si no es Toby Brenard, tiene que ser otro.

Tojunto

Anónimo dijo...

¡ Este de hoy sí que me lo sé! ¡ Este de hoy sí que me lo sé! Este de hoy es el flaco de El Gordo y el Flaco.

Tojunto